El fenómeno, que podría tocar tierra otra vez este domingo o lunes en la frontera entre Texas, Estados Unidos, y Tamualipas, México, tiene vientos máximos sostenidos de 95 kilómetros por hora, rachas de 110 kilómetros por hora y desplazamiento hacia el este-noroeste a 19 kilómetros por hora.
Por ello, el SMN y el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos “mantienen activa zona de vigilancia por efectos de huracán desde Barra el Mezquital, Tamaulipas, hasta la desembocadura de río Grande, frontera México-Estados Unidos”.
Aunque se desplaza por el mar, el pronóstico prevé que las bandas nubosas de Beryl ocasionaren “lluvias muy fuertes”, de 50 a 75 milímetros, en Campeche, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán.
También habría precipitaciones “fuertes” en Quintana Roo, así como viento con rachas de 50 a 70 kilómetros por hora, oleaje de 1 a 3 metros de altura y posibles trombas marinas en Campeche, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán.
México temía el impacto de Beryl, el primer huracán de la temporada y que ha sentado un “alarmante precedente” porque nunca se había formado a estas alturas del año un ciclón de máxima intensidad en el Atlántico, según alertó el martes la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
Pero, al final, hubo saldo blanco y pocos daños en infraestructura en Quintana Roo, el principal destino turístico de México por albergar a Cancún.
Beryl, que dejó 11 muertes a su paso por islas del Caribe tras surgir hace una semana y alcanzar la categoría 5, tocó tierra como categoría 2 este viernes en los límites entre Solidaridad y Tulum
.
De los tres ciclones que ha habido en esta temporada del Atlántico, Beryl es el tercero en impactar México, donde el domingo pasado ingresó la tormenta Chris y la tormenta Alberto, el 20 de junio, dejó seis muertos en Nuevo León, estado de la frontera norte de México.