“Lo que las personas sienten y dicen en un lugar puede extenderse a muchas partes del mundo ese mismo día”, escribieron los autores del informe. “Los datos sugieren que “las redes sociales pueden aumentar la intensidad de la sincronía emocional global”, agregaron.
La ciencia ha sabido por mucho tiempo que las emociones se pueden transmitir a través de las personas gracias a la interacción cara a cara, pero el nuevo desafío es ver si el efecto se repite en las redes sociales, según el sitio BBC Mundo.
Los investigadores -algunos de los cuales eran empleados de Facebook en el momento de la investigación- analizaron el contenido emocional de miles de millones de actualizaciones publicadas a Facebook entre enero del 2009 y marzo del 2012.
Para probar si las emociones se contagiaban, observaron cómo cambiaban las actualizaciones cuando llovía. Así encontraron que los mensajes de Facebook negativos aumentaban un 1.16 por ciento y los mensajes positivos disminuían un 1.19 por ciento cuando el clima era sombrío.
¿El resultado?, cada mensaje triste generaba 1.29 mensajes más negativos de lo normal entre los amigos de las personas. De manera sorprendente, los estatus felices tuvieron un impacto aún más fuerte: si un usuario publicaba una declaración optimista, se generaba un extra de 1.75 mensajes positivos.
“Estos resultados implican que las propias emociones pueden ondular a través de redes sociales y generar una sincronía a gran escala, que da lugar a grupos de personas felices e infelices”, escribieron los autores.
“Las nuevas tecnologías en internet pueden aumentar esta sincronía al darles a las personas más vías para expresarse a una gama más amplia de contactos“, dijeron.
Y ampliaron el alcance de este fenómeno, en apariencia inofensivo: “Como resultado, podemos ver mayores alzas de emoción global y esto podrían generar un aumento de la volatilidad en todo, desde los sistemas políticos a los mercados financieros”.