Eso sí, en el continente hay países que están creciendo en la capacitación bilingüe: Colombia, Chile, Brasil, Ecuador y Costa Rica, en tanto que Guatemala y El Salvador tienen una tendencia negativa, según señala EF.
No hablar inglés es una barrera cada vez más frecuente para optar a una plaza laboral, una beca en el extranjero o recibir capacitación en línea.
“A nivel gerencial, todas las plazas exigen este requisito”, dice Lucrecia Quintana, gerente de la empresa de Recursos Humanos Preselección Empresarial, quien calcula que un 50 por ciento de ofertas laborales requieren dominio del inglés. “Llegan hojas de vida muy buenas, pero no dominan el inglés. Esto los deja fuera para ciertos puestos importantes”, afirma.
Uno de los casos emblemáticos son los centros de llamadas.
Causas
El rezago en el aprendizaje del inglés se atribuye, primero, a que su enseñanza sigue sin ser una prioridad en el sistema educativo público, y luego, al uso de métodos anticuados en los planteles privados. Por otra parte figuran los costos del aprendizaje directo.
En la Escuela de Ciencias Lingüísticas de la Universidad de San Carlos (Calusac) hay 14 mil estudiantes inscritos en el área de inglés, solo en el campus central, y en las extensiones, unos cinco mil más, y de acuerdo con el director de la entidad, José Calderón, la demanda de cursos sigue en aumento. Estos se imparten en forma semestral, aunque también hay intensivos, de uno o dos meses.
Adriano Patiño, gerente de la academia especializada en inglés corporativo Universal Language, refiere que en los ciclos primario y secundario de educación, la metodología de enseñanza de este idioma —cuando se imparte— a menudo es anticuada. “Hay colegios que incluyen en su nombre la palabra bilingüe, pero el nivel de inglés es deficiente”, enfatiza.
Alexandra Lorenzana, directora de la academia Harmon Hall, y Juan Pablo Ordóñez, director de operaciones para Guatemala y El Salvador de Berlitz, coinciden en que la enseñanza se ha limitado frecuentemente a la gramática del inglés, pero en realidad debe ser más práctica.
“Los docentes, además de estar actualizados en la enseñanza del idioma, deben darles esa confianza a los estudiantes para expresarse”, sugiere Patiño.
En ese sentido, Calderón explica que en Calusac se han enfocado en la profesionalización de los maestros, aunque admite obstáculos culturales. “A muchas personas les da miedo aprender inglés o expresarse en el idioma, por temor a que se burlen de ellas, ya que la naturaleza del guatemalteco es ser burlón”, dice Patiño, quien anima a los estudiantes a no dejarse llevar por las críticas.
El costo suele ser otro factor en contra, pues en las academias oscila entre los Q175 y Q300 por hora. Calusac ofrece precios más cómodos, pero se debe tomar en cuenta que pueden haber hasta 60 estudiantes en la misma aula.
En el Institoto Técnico de Capacitación y Productividad (Intecap), se implementaron los cursos de inglés en línea en el 2010, cuyo costo oscila entre Q200 y Q250. Actualmente tienen 700 estudiantes solo en el área central y la deserción es menor al 5%, según Marta Prado, coordinadora del programa Inglés para Todos. “Los estudiantes en su mayoría son mayores a los 20 años y buscan mejores capacidades y oportunidades laborales”, refiere.
El factor duolingo
En junio del 2012 fue lanzado el programa Duolingo, una aplicación en línea —para teléfonos, tabletas y computadoras— diseñada por el guatemalteco Luis von Ahn, para aprender a escribir y hablar inglés —entre otros idiomas—, gratuita y gradualmente, de manera personalizada, pero que en conjunto genera una interacción entre los usuarios, de los cuales hay actualmente 12 millones, en 232 países, y el 45 por ciento se interesa en el inglés. El pasado miércoles, von Ahn recibió un premio en España por esta innovación. “Guatemala es un país muy pobre, con un 50% de analfabetismo, y muchas personas quieren aprender inglés, pero no tienen recursos. Por eso inventé este método, para aprender idiomas, que es gratuito, pero a la vez se financia solo. ¿Cuál es el truco? Cuando están estudiando el idioma, los alumnos hacen traducciones colaborativas. Las empresas pagan por este servicio”, dijo en una entrevista con un diario español.
Motivaciones y oportunidades
La necesidad de crecimiento profesional, mejorar sus ingresos, optar a mejores oportunidades laborales o a becas en el extranjero, mejorar la comunicación a escala global o comprender mejor materiales de estudio en internet son algunas de las razones que motivan, principalmente a los adultos, a aprender o reforzar el inglés.
De acuerdo con Juan Pablo Ordóñez, de Berlitz, una persona que habla inglés tiene más acceso a información y materiales más actualizados.
Adriano Patiño, fundador de la Universal Language, muchas empresas deben cumplir con un porcentaje de empleados que hablen inglés, por estándares de calidad a escala internacional.
José Calderón refiere que muchos de los estudiantes acuden a los cursos, porque ahora las universidades ponen como requisito el inglés para otorgar el título.
Varios operadores turísticos del país coinciden en señalar la importancia del dominio de este idioma.
“Desde un mesero hasta un guía turístico requieren un buen inglés, incluso para turistas de varias nacionalidades, a fin de brindar un buen servicio, pues esta es la lengua franca”, opina Rosendo Morales, empresario de turismo.
Idioma efectivo
El sector de centros de llamadas y servicios busca impulsar a escala nacional un plan gubernamental que establezca un estándar de inglés de negocios.
Édgar Santos, presidente de la Comisión de Tercerización de la Asociación Guatemalteca de Exportadores, señaló que los centros de llamadas podrían generar más de ocho mil empleos adicionales a los 20 mil que hay actualmente.
El inglés de negocios agregaría a los jóvenes con conocimientos básicos las habilidades necesarias para desarrollar servicios de atención y ventas.
Jaime Díaz, director del Programa Nacional de Competitividad, destacó que aún se encuentra en análisis la estrategia que comenzaría por formar a unos mil 200 docentes, y luego buscaría monitorear la enseñanza de inglés, para que los colegios que están registrados como bilingües en efecto cumplan con su oferta.