Los nuevos movimientos migratorios atizan la crisis causada por al menos cuatro caravanas de desplazados centroamericanos que han puesto en jaque los sistemas aduaneros de los países del Istmo, México y, principalmente EE. UU, cuyo presidente insiste en construir un muro a lo largo de la frontera.
“Sólo queremos que nos dejen pasar”, suplican los migrantes, provenientes de países como Haití, Cuba y de varias naciones africanas, a las autoridades de Panamá, desde donde esperan partir en grupo para llegar a la frontera mexicana y solicitar asilo a EE. UU.
Donald Trump, en tanto, ha expresado públicamente su repudio por estas caravanas, y durante su pasado discurso de la Unión aseguró que había enviado casi cuatro mil efectivos a la frontera con México para que frenen esos movimientos.
Lea también: México concluye programa que permitió ingreso de migrantes en caravana
El gobierno mexicano de Manuel López Obrador, en cambio, se ha expresado un tanto más flexible para socorrer a los migrantes, aunque el martes un centenar de centroamericanos intentó romper el cerco del albergue donde se encontraban confinados en la ciudad mexicana de Piedras Negras (norte), fronteriza con Estados Unidos, lo que provocó roces con policías estatales y un pronunciamiento más severo de las autoriades migratorias sobre el cierre de sus fronteras.
“Aquí hay mujeres embarazadas, niños, gente mayor. Queremos llegar a tierras de libertad, a Estados Unidos. Somos una caravana migrante de libertad. Nadie quiere quedarse en Panamá”, dijo uno de los desplazados cubanos al Nuevo Herald.
La presencia de una caravana de #cubanos en #Panamá ha impactado en las pequeñas poblaciones indígenas de la zona. Aquí un grupo de migrantes roban yuca en un huerto de subsistencia. Más en el enlace: https://t.co/494bIhEEao pic.twitter.com/UbUkDkNpuI
— Mario J. Pentón (@mariojose_cuba) February 14, 2019
Miedo a coyotes y pandillas
Dos de los mayores temores de los desplazados al cruzar los países del Istmo es caer en las garras de pandillas o traficantes de personas, lo que los ha llevado a implementar un sistema de alerta entre ellos por medio de sus celulares.
De acuerdo con el Herald, que cita información del Ministerio de de Seguridad Panameño, la nueva caravana estaría integrada por unos 600 cubanos y otras 120 personas originarias de Haití y países africanos, aunque las cifras pueden ser más altas, a lo que se suma que un brote de malaria entre varios africanos alarma a las autoridades de salud.
El gobierno panameño ha informado que trata de ser generoso con los migrantes, enviando hasta el momento unas 11 mil libras de insumos a los albergues, según el diario, que consigna que las autoridades de ese país también lamentan la forma en que son tratados por los desplazados.
Además: Grupo en el que viajaban 286 migrantes guatemaltecos es detenido en Arizona
“Son unos irrespetuosos que llegan a nuestro territorio filmando, gritando, ofendiendo a las autoridades. Nuestra labor es mantener el orden en el país”, dice un funcionario citado por el diario.
Según la publicación, videos publicados en las redes sociales de los mismos migrantes saqueando huertos comunitarios y perturbando la paz han causado una ola de indignación y repudio hacia los desplazados.
“Llegaron gritando libertad y exigiendo comida y medicinas gratis. ¿Por qué no le piden libertad a Raúl Castro en Cuba? Que los regresen a su isla a ver si allá protestan igual que lo hacen aquí”, se quejó una vecina en el Nuevo Herald.
En tanto, los planes de los países del Istmo para contrarrestar esta próxima llegada de migrantes son inciertos.
Contenido relacionado
> Arrestos de migrantes dentro de EE. UU. aumentan en la era Trump
> Campo de golf de Trump fue construido por indocumentados: más inmigrantes denuncian a presidente
> Nueva caravana de migrantes salió de Honduras hacia EE. UU.