Con esta iniciativa las autoridades podrán definir con precisión el área adonde deben llegar las urbanizaciones, porque, aunque esto ya lo establece un plan, no se cuenta con una guía que delimite las construcciones.
También buscarán apoyo internacional para fortalecer a los guardarrecursos y circular algunas áreas que podrían ser declaradas parques ecológicos municipales, como parte de la conservación de los bosques.
Urbanismo amenaza
Yenner Plaza, alcalde de San Lucas Sacatepéquez, manifestó: “La peor amenaza que tiene la cordillera es el avance urbanístico. Hay otros elementos que también son de peligro, como la deforestación irresponsable que se da por falta de guardarrecursos”.
Plaza expresó que trabajar el plan urbanístico es un reto, ya que habrá que entregar un incentivo para que los propietarios de los terrenos cercanos participen para conservar las áreas verdes y frenar las amenazas, para proteger los 47 nacimientos de agua de ese municipio.
El jefe edil afirmó que de los 54 kilómetros cuadrados que tiene el área protegida, el 9 por ciento es de ese municipio.
Benedicto Lucas, secretario ejecutivo en funciones del Consejo Nacional de Áreas Protegidas, aseguró que el objetivo de la mancomunidad es proteger la reserva, la cual tiene unos mil manantiales que abastecen de agua a los municipios de la parte norte de la cordillera y a Mixco, la capital, Villa Nueva, Amatitlán, Guatemala, San Lucas Sacatepéquez y Santa Lucía Milpas Altas, Sacatepéquez.