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Secuestros en el metro de Ciudad de México: “Mi agresor dijo por teléfono que por mí le iban a dar un buen billete. Ahí supe que me querían llevar”

"Me quitaron de un golpe la tranquilidad con la que me movía en la Ciudad de México", le dice a BBC Mundo Siomara, de 21 años.

"Me quitaron de un golpe la tranquilidad con la que me movía: me intentaron secuestrar", cuenta Siomara. ANA GABRIELA ROJAS

"Me quitaron de un golpe la tranquilidad con la que me movía: me intentaron secuestrar", cuenta Siomara. ANA GABRIELA ROJAS

“Me intentaron secuestrar”, explica la joven, que trabaja como agente de seguros.

Dice que fue el pasado 28 de enero, un poco antes de las 17 horas: estaba a media cuadra de llegar a la estación del metro Coyoacán, en el sur de la capital de México, cuando sintió que un hombre la seguía.

Primero pensó que la quería asaltar.

“No pude verlo bien, pero oí que hablaba por teléfono. Le decía a alguien que por mí le iban a dar un buen billete. Fue ahí cuando entré en pánico: me di cuenta que me quería llevar”, dice.

Un poco antes de llegar al esquina, se dio cuenta de que otro hombre la estaba esperando.

“Me dijo: ‘Ya valiste ve…. Por instinto intenté correr al otro lado de la acera, pero el tipo me sujetó muy fuerte del brazo”, cuenta mostrando un moretón que todavía le queda.

Dice que la intentó llevar a una camioneta con puertas corredizas que estaba un poco más adelante. Ahí había dos hombres más. Los cuatro iban encapuchados.

Los intentos de secuestro han causado indignación. CORTESÍA DE SIOMARA

“Tuve mucha suerte de que saliera el guardia de una casa y me preguntara si estaba bien. Yo le dije que no. Le pedí que me ayudara”, dice la joven.

El guardia le pidió al agresor que la soltara, pero éste no le hizo caso. La agarró de los cabellos.

“Le dijo al guardia que éramos novios, que estaba haciendo un berrinche y que me quería llevar a mi casa”, dice.

Pero el guardia se dio cuenta de que algo raro estaba pasando y por radio le llamó a uno de sus compañeros y pidió el auxilio de una patrulla.

“Al sentirse acorralado me aventó contra el pavimento. Antes de irse, me amenazó, me dijo que me tenía vigilada y eso no se iba a quedar así”, dice Siomara todavía consternada.

48 investigaciones abiertas

Su caso es uno de la ola de secuestros que se han presentado en las últimas semanas en estaciones del metro o sus al rededores.

La Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ) asegura que está investigando el modo de actuar de los agresores y si se trata de alguna banda.

Existen 48 investigaciones abiertas por intento de secuestro en el metro y sus alrededores. GETTY IMAGES

Hay 48 investigaciones abiertas por estos casos entre el 30 de enero y el 11 de febrero.

Hasta ahora, no hay ningún detenido.

“No hagas berrinche”

Aunque no todos los casos son iguales, algunos tienen en común que dos o más hombres se acercan a una mujer distraída y fingen conocerla.

Con violencia verbal y en algunas veces física, la intimidan y la dirigen a un vehículo estacionado cerca.

Cuando las mujeres piden ayuda a los transeúntes, los agresores se hacen pasar por su pareja o conocido, simulando una pelea. Les dicen frases como “No hagas berrinche” o “ahorita lo solucionamos en casa”.

La mayoría de las víctimas tiene entre 18 y 24 años. Muchas iban vestidas con uniforme. GETTY IMAGES

La mayoría de las víctimas tiene entre 18 y 24 años. Muchas iban vestidas con uniforme o como estudiantes y fueron sorprendidas cuando caminaban usando su teléfono celular, según la información de la PGJ.

Estos casos han causado una ola de indignación en redes sociales y en los medios de comunicación. Las mujeres también han salido a marchar a las calles pidiendo más seguridad.

“Han aumentado las denuncias”

Las autoridades dicen que abordarán el problema con una estrategia integral. Entre las medidas están educar con perspectiva de género a sus funcionarios e instalaron ministerios públicos móviles en cinco de las estaciones del metro, que irán rotando, para que las mujeres pongan sus denuncias.

Al ser preguntada de los motivos del aumento de estos casos, la procuradora a cargo de la PGJ, Ernestina Godoy, asegura a BBC Mundo: “Queremos creer que ha aumentado la denuncia. Que ahora las mujeres han decidido utilizar su tiempo y su esfuerzo en denunciar”, dice.

Asegura que no hay indicios de que alguna mujer haya sido de hecho secuestrada en el metro, que todo ha quedado en tentativas.

“El metro sigue siendo una zona segura. Tenemos un operativo especial de unos cinco mil policías en sus estaciones”, dice.

En una conferencia de prensa, la procuradora aseguró que todas las mujeres serán bien recibidas a la hora de denunciar, sin embargo pidió “que sean muy responsables” .

“El metro sigue siendo una zona segura. Tenemos un operativo especial de unos 5.000 policías en sus estaciones”, dice la procuradora. AFP

Este comentario se debe a que dos hermanos que trabajan como albañiles fueron arrestados cuando una mujer de 23 años los acusó de querer secuestrarla en la estación del metro Centro Médico.

Después la mujer se desdijo y ellos quedaron libres.

“85% de las mujeres no denuncia”

La ONG Futura puso en línea un formulario para que las mujeres documentaran las agresiones que sufrieron en el metro o sus alrededores.

En esa base de datos han recabado 201 testimonios que relatan agresiones. Entre los hallazgos más importantes hasta ahora están que la mayoría de las mujeres no denuncia.

“El 85% de las mujeres no acude a las autoridades en estos casos porque es un proceso tedioso y largo. Cuando lo hacen, son revictimizadas por parte de las autoridades”, dice a BBC Mundo Dana Corres, de Futura.

Como respuesta a los intentos de secuestro se han instalado 5 ministerios públicos móviles afuera de las estaciones del metro. PJG

Siomara reconoce que el día del intento de secuestro no pudo ir ante las autoridades porque estaba en shock.

Asegura que dos días después, cuando intentó denunciar, le pusieron muchas trabas y recibió comentarios machistas de los funcionarios: “Me preguntaron que qué hacía yo sola vestida así, que qué tenía que estar haciendo en ese lugar”.

Y, según ella, una semana más tarde, después del impacto mediático que provocó su caso, le levantaron la denuncia, pero que no le dieron copia.

“Ahora salgo con miedo a la calle, quedé bastante afectada. Pero, no puedo quedarme en mi casa: tengo que trabajar y seguir con mi vida”, dice.

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