Álvaro Gómez, vecino, indicó que más del 70 por ciento de la población vive de la pesca y la escasez de peces en el océano impacta en la economía local y, aunque no es responsabilidad de las autoridades, solicitan ayuda para sobrevivir en esta temporada de crisis.
Afirmó que la libra de róbalo y dorado podría aumentar de Q5 a Q8 la libra, porque son especies que más consume la población.
La mayoría de compañeros han optado por no salir a trabajar porque no recuperan el costo del combustible empleado por sus embarcaciones y por temor a ser presa de un fuerte sismo en alta mar, explicó el pescador Hugo Morales.
El alcalde Jorge Rizzo expresó que solicitó ayuda al Gobierno para que envíe bolsas con alimentos para apoyar a los pescadores a superar la crisis, porque sus embarcaciones son muy pequeñas y no pueden adentrarse a las profundidades, a donde se cree que los peces se fueron.