Marco Tulio Valle, en nombre de la familia propietaria, manifestó que la Casa Remis era un ícono de las obras arquitectónicas de esa región.
El edificio fue construido a finales del siglo XIX y soportó terremotos, tormentas y otros desastres naturales, pero fue hasta la sacudida última que personal de la Coordinadora Nacional para la Prevención de Desastres determinó que su estructura se encontraba dañada seriamente y que debía demolerse la construcción.
Valle expuso que era parte de la nomenclatura de la ciudad, por lo que buscarán construir un edificio semejante.
El cronista Mario Mérida recordó que era una joya arquitectónica y que fue testigo mudo de muchas historias, buenas y malas, del lugar.
Entre las escenas memorables, el cronista refirió la celebración del Día de San Marquitos, cuando la procesión con la imagen del santo patrón, San Marcos, es llevada por el parque y la Casa Remis engalanaba el panorama.