Este servicio lo hemos mejorado, pues antes se podían observar pipas que vendían este líquido a los pobladores, porque el servicio era pésimo.
En cuanto a la basura, ¿cree que es necesaria una planta de tratamiento?
Por supuesto. Aunque tenga un costo de millones de quetzales, ya estoy haciendo gestiones para obtenerla.
Estoy consciente de que el tratamiento de los desechos ayuda enormemente a proteger el medioambiente.
La Oficina Municipal de la Mujer tiene organizadas 70 juntas directivas de mujeres, con 50 integrantes cada una, que se han dado a la tarea de limpiar las calles, tanto del casco urbano como de las aldeas.
¿Qué proyectos tiene planificados?
Tengo muchos importantes, entre los cuales se encuentra la pavimentación de las calles de Los Suazo, El Junquillo, El Relleno, El Cerinal, y la segunda fase de pavimentación de El Utzumazate, Las Pozas y El Naranjito.
Además, la construcción del Instituto de Educación Básica de Monterroso, cuyos trabajos ya empezaron; el traslado y construcción del rastro municipal y la reconstrucción de la Escuela Centro América.
También la edificación de la primera fase del complejo deportivo, la construcción de dos institutos de educación básica en El Cerinal, una escuela de párvulos en El Pino, otra en El Cerinal y una escuela primaria en Buena Vista.
¿Cómo solucionará el problema de las ventas informales?
El mercado municipal es demasiado pequeño para la gran cantidad de personas que se dedican al comercio informal, por lo que estoy haciendo gestiones para comenzar a reformar los mercados cantonales, para que tengan un lugar más amplio.
También creo que se puede construir una Terminal, por lo que tengo la mirada puesta en un terreno que pertenece al Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación en la calle principal. En fin, lo que menos quiero es afectar a los comerciantes.
¿Cree que trabaja bien?
Considero que sí, porque de lo contrario los vecinos no me hubieran reelecto como su alcalde por cuarta oportunidad. Luego del primer período hemos hecho mucha obra. Por supuesto que no se puede quedar bien con todos, como yo lo desearía.
Su esposa es diputada por el partido oficial, y usted, presidente de la Anam, ¿cuáles son los beneficios?
El señor presidente Otto Pérez fue claro al decir que las banderas políticas se terminaron y que teníamos que trabajar por Guatemala, por eso gestiono y hago buen uso del aporte constitucional.
Persigo colaborar con mis compañeros alcaldes, y no solamente porque soy presidente de la Asociación Nacional de Municipalidades (Anam).
También ayudo a mi esposa por ser diputada, pues tiene que hacer lo que le corresponde: legislar.
Se habla de nepotismo porque tiene trabajando en instituciones gubernamentales a familiares e hijas, ¿qué dice de esto?
Cuando no hay crítica hay que preocuparse, porque es señal de que uno pasa inadvertido. Durante la campaña recorrí Barberena, y mi esposa, por su lado, todos los municipios de Santa Rosa, acompañada de mis hijas y otros parientes, y presentábamos nuestros planes de gobierno. Ellos buscaban una oportunidad de trabajo, y si lo hacen bien, que sigan adelante.