El nombre de un quinto deportista que habría dado también positivo, otro medallista, no fue revelado por un retraso en el prodecimiento.
Los atletas habrían utilizado esteroides que por entonces no se podían detectar con las pruebas existentes, pero, según el reglamento, las muestras pueden ser almacenadas durante ocho años para posteriores análisis.
Los atletas son el ucraniano Juri Belonog (oro en peso) , el bielorruso Ivan Tikhon, medalla de plata en martillo, así como su compatriota Irina Yatchenko (disco) , y la rusa Svetlana Krivelyova (peso) que quedaron desposeídas des sus preseas de bronce.
De todas las muestras almacenadas en un refrigerador, el COI solicitó un total de 105 para ser analizadas con métodos actuales antes que venciera el plazo, durante el verano boreal pasado.
Los Juegos de Atenas batieron un récord en dopaje, con más de una veintena de casos positivos durante la quincena. Esto sin contar los casos del ciclista estadounidense Tyler Hamilton, quien devolvió su medalla de oro de contrarreloj en 2011 tras haber reconocido que se había dopado, y otro de uno de los atletas de los relevos 4×400 m, lo que le costó a Estados Unidos el título seis años después.
Por otra parte, los podios de peso femenino y martillo masculino ya habían sido modificados una vez por este mismo motivo.
La ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos no ofrece más la impunidad a los atletas que se hayan dopado, que según el Código Mundial Antidopaje concebido por la AMA, sus muestras pueden ser analizadas durante ese plazo de ocho años y, por lo tanto, los podios pueden variar.