Este vez no fue la excepción, ya que el Autódromo La Guácima de Costa Rica fue el escenario donde de nuevo Andrés Saravia, José Iturbide y Fernando Saravia levantaron las copas que los proclaman monarcas en el 2012 de las categorías GT1, GT2 y GT3.
Para nadie es un secreto que la rivalidad entre los pilotos ticos y los chapines se ha incrementado en los últimos tiempos.
El factor que más ha intensificado esta situación es que a pesar de que Costa Rica tiene más cultura y seguidores en el automovilismo que Guatemala, a la hora de las competencias los nacionales superan con autoridad a los pilotos de ese país.
El 2012 no fue la excepción. La máxima carta de Guatemala en el Centroamericano era Andrés Lush Saravia. El joven piloto llegó a la última fecha del certamen en GT1, que se disputó el sábado último, con 12 hits ganados consecutivamente y dos títulos bajo el brazo.
Como fue habitual, Lush ganó la pole position y con ello un punto, sin saber que sería el que le daría el cetro.
La carrera inició y cuando transcurrían cuatro vueltas una pieza del tren delantero del Corvette C6 falló y el guatemalteco salió de la carrera, sin posibilidad de volver.
Como los sabios de este deporte dicen “los hierros fallan”, eso mismo fue lo que le pasó a Saravia, que veía cómo la posibilidad de conquistar la triple corona en GT1 se le iba como agua entre los dedos.
El tico Amadeo Quirós tenía todo servido para coronarse, siempre y cuando conquistara los dos hits. En la primera manga triunfó, pero para la segunda encontró un obstáculo que no pudo superar.
Corriendo por el orgullo salió a escena el panameño Óscar Terán, quien se convirtió en el mejor aliado de Lush y venció a Quirós, quien fue segundo y así el guatemalteco alzó su tercera corona centroamericana en GT1, gracias al punto de la pole.
“Lastimosamente tuvimos un accidente durante el primer hit que nos dejó fuera de competencia y sin ganar puntos. Sin embargo, logramos sumar uno durante la clasificación al hacer la pole position”, dijo Lush.
Simplemente fue la repetición de una historia que los ticos ven desde el 2006, cuando Carlos Hernández ganó Las Tres Horas de Costa Rica, al mando de su Corvette C5.
En estos años siempre han surgido nombres como los de Amadeo Quirós, Carlos Rodríguez, los hermanos Maurizio y Marco Micangeli, quienes podrían haber sacado la cara por Costa Rica; sin embargo, esto no lo han podido lograr ni ellos ni el mismo Emilio Valverde, quien a pesar de su exitosa hoja de vida como piloto profesional no ha podido vencer a la fuerza chapina.
Con información de Gabriel López.
