Noriega vive en la colonia Nimajuyú, zona 21 de la capital, donde mantienen varios perros que han sido abandonados.
Actualmente tiene cuatro perras que necesitan castración, por lo que recientemente envió a una persona a la Unidad de Bienestar Animal (UBA) para solicitar una cirugía, pero se les informó que el costo es de Q925.
Manifestó que esta disposición contribuirá a que proliferen los perros callejeros. “Muy caro está el costo de una castración, antes llevaba a mis animales a jornadas de organizaciones y el precio era hasta de Q450”, recordó.
Dijo que se debe poner atención al tema, pues además del costo de la castración, los perros también necesitan curación y buena alimentación.
Añadió que el alto costo de la castración para perros y gatos incidirá para que la población de perros crezca descontrolada y sea un problema de sanidad pública.
Método anticonceptivo
Noriega dijo que como alternativa ha inyectado anticonceptivo a sus cuatro perras, pues no tiene recursos para pagar por las castraciones.
Se consultó a un hospital veterinario respecto del referido método anticonceptivo y se informó que este causa efectos secundarios en los canes, ya que les afecta el hígado, riñones y en algunos casos pueden sufrir de tumores.
Recientemente, el CMVZ en una asamblea general aprobó un reglamento arancelario para la correcta aplicación de la guía de cobros de servicios, instrumento de cobro que data de 1998, que pretende abarcar a todas las actividades profesionales del gremio.
En la asamblea se habría discutido una multa para quien cobrara menos de lo establecido; sin embargo, el documento final no está listo para su publicación. Algunas organizaciones protectoras advirtieron de que las jornadas que realizan a bajo costo podrían estar en riesgo.
En la guía de cobros dispuesta por el CMVZ el costo de cualquier castración de gatos y perros cuesta Q700, más Q250 de la anestesia, lo que haría impagable el procedimiento para muchos propietarios de mascotas, han dicho los directivos de organizaciones protectoras.
Consultada al respecto, la Junta Directiva del CMVZ respondió: “La esterilización quirúrgica de perros y gatos, en jornadas controladas y supervisadas, intensivas, focalizadas en áreas geográficas definidas técnica y científicamente, ‘gratuitas’, mediante cirugías simplificadas poco invasivas, realizadas exclusivamente por médicos veterinarios acreditados para este fin es una actividad socialmente bien aceptada, la cual tiene como objetivo general el control de la rabia y otras enfermedades zoonóticas y la prevención de lesiones de importancia en la salud pública hacia el humano”.
“Se debe entender que las jornadas de esterilización canina y felina, tal y como se realizan actualmente poco adyuvan al control de la población de esta fauna doméstica y su incidencia en la salud pública es irrelevante, por el alto índice de renovación de la población canina y felina”, señala el documento enviado a Prensa Libre.
De acuerdo con los directivos, cualquier organización interesada en promover jornadas de esterilización de perros y gatos debe registrarse y oficializarse ante la instancia que corresponde y acatar lo dispuesto el Decreto 5-2017 que contiene la Ley de Protección y Bienestar Animal y su reglamento, en el acuerdo gubernativo 210-2017.
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El lunes último, un grupo de organizaciones protectoras de animales entregó en la UBA un memorial con el que buscan una solución para las jornadas de castración a bajo costo.
Luisa Cárcamo, de la oenegé De Chucho a Mascota, llegó a la oficina de la UBA para entregar el documento en que manifiestan su preocupación por el reglamento aprobado en una asamblea general del CMVZ que prohíbe a los veterinarios cobrar menos de lo indicado en la guía arancelaria de servicios por esterilizar a perros y gatos.
Unidad se pronuncia
Ronnie Espino, coordinador de la UBA, informó que es falso que esa entidad cobre Q925 por castrar a un perro, ya que cuando hacen jornadas las efectúan con el apoyo de una asociación, “lo que hemos hecho es gratuito y dirigido a animales que se rescatan”, agregó.
Respecto de la controversia por el costo de las castraciones, Espino dijo que el CMVZ regula a sus agremiados, por lo que el arancel es para ellos.
Agregó que entre los estatutos hay una clausula de labor social, por lo que desde el comienzo de la UBA han cabildeado con la entidad para alcanzar un convenio en el tema.
Explicó que el artículo 10 de la Ley de Bienestar Animal faculta para jornadas de castración a las asociaciones que estén legalmente constituidas.
“El arancel es para los agremiados en al ámbito privado”, recalcó Espino, quien añadió que no hay problema si las asociaciones contratan a algún veterinario para hacer las cirugías, pues hay una relación laboral y se la paga a la asociación por la castración.
“Si un veterinario hace una jornada por cuenta propia, eso va en contra de los aranceles del Colegio, porque es de manera particular, a eso el Colegio le llama competencia desleal”, argumentó.
Dijo que también hay personas que hacen castraciones y no son veterinarios.
Al consultarle si el costo de castración será de Q700, aunque sea una jornada promovida por alguna asociación, Espino dijo que este precio no aplica, ya que es la organización la que pone precios.
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