Carrillo, quien espera bebé, y su esposo Luis Carlos Porras sufrieron severas quemaduras el domingo 17 de febrero en su apartamento, en el quinto piso, de la torre 2, de Santa María Las Charcas, zona 11, cuando ocurrió una explosión de gas. Hasta el momento ninguna autoridad ha informado la causa del siniestro que dejó daños en el inmueble.
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Ayer, 21 de febrero, se informó que Carrillo se encuentra en el intensivo del Hospital General San Juan de Dios y que se efectuaron los trámites migratorios necesarios para trasladarla al Centro Nacional de Investigación y Atención de Quemados (Ceniaq), en Querétero, México.
Traslado en suspenso
Óscar Pérez, vocero del Ejército, informó que desde las 11 horas de ayer están listos los trámites, pero existe una complicación médica que impide el traslado a México.
Pérez indicó que Carrillo sufrió quemaduras en las vías aéreas respiratorias superiores y acumula líquido en los pulmones por lo que no se ha autorizado su traslado y permanece en el intensivo del hospital.
Por el momento, la familia de la médico ha permanecido sin ofrecer declaraciones sobre el caso.
Santa María Las Charcas emitió un comunicado en el que asegura que la estructura del edificio no sufrió daños y que el lugar es habitable, por lo que se restableció el servicio de luz y agua, pero no el del gas. En los edificios de ese complejo se instaló una tubería de gas que recorre los apartamentos, pero la compañía asegura que se efectúa una investigación técnica para determinar la causa de la explosión.
Actualmente no existe una regulación en el país para el uso de un sistema de gas o tambos de propano en inmuebles.
Janio Rosales, director Ejecutivo de la Cámara de la Construcción, explicó el lunes 18 de febrero a Prensa Libre que de momento no existe una normativa que prohíba tener estufas de gas en los edificios de apartamentos.
Sin embargo, se conoce que, en algunos condominios y edificaciones verticales, las juntas de vecinos han aprobado reglamentos de convivencia en las que estipulan el uso de estufas eléctricas, por estándares de seguridad.
William González, vocero de los Bomberos Voluntarios, indicó ese mismo día que el gas propano no tiene olor ni color y son los fabricantes quienes les colocan un químico para que el olor alerte sobre alguna fuga. Refirió que los cilindros de gas deben revisarse constantemente para evitar incidentes.
“No hay cultura de prevención en Guatemala, cuando uno está seguro de que el tambo está en buenas condiciones no hay problema que se utilice en lugares cerrados y pequeños”, precisó.
Recomendaciones en caso de fuga de gas:
- Si está en la oscuridad no manipules flipones.
- Descálcese si utiliza zapatos con suelas clavadas porque puede provocar una chispa.
- No encienda ninguna fuente de calor.
- No active el celular.
- Revise la instalación de la manguera que conduce el gas hacia la estufa.
- Cambie cada año la manguera para verificar que se encuentre en buen estado.
- Revise el regulador que se conecta a la manguera.
- Cambie cada dos años la válvula y el regulador, pues es difícil que una fuga se origine por un cilindro dañado.
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