Esa aeronave fue la última de 304 en arribar este año, que impuso la marca histórica de deportaciones —de 29 mil 95— que superó a la del 2008, cuando fueron expulsados de la nación norteamericana 28 mil 160 guatemaltecos.
Entre los retornados estaba Cristino Arnoldo Pérez, de 28 años; él fue el último en abandonar la aeronave que cerró este año de sueños truncados.
Según narró Pérez, vivió siete años en EE. UU. Su último domicilio fue en Nebraska, donde residía junto a su esposa y dos hijos.
Pérez comentó a los delegados de Migración guatemaltecos cómo fue que en el 2003 decidió abandonar Palestina de los Altos, Quetzaltenango, para salir por última vez del país por la frontera de La Mesilla, La Democracia, Huehuetenango, y emprender el camino hacia las tierras del Tío Sam.
Ayer, al arribar a Guatemala por la fuerza, Pérez se mostraba afligido y molesto, hecho que contrastó con buena parte de quienes llegaron con él, al recibir palabras de bienvenida de delegados de la Dirección General de Migración, que fueron aplaudidos cuando alentaban a los recién llegados porque pasarían el Año Nuevo junto a sus familias.
Según representantes de Migración, como ha ocurrido a través de los años, la mayoría de quienes abandonan el país son originarios de San Marcos y Huehuetenango, y les siguen los del departamento de Guatemala.
Bajan expulsiones de México
Las deportaciones desde México ascienden a 28 mil 90, entre enero y el 27 de diciembre. Esa cifra significa una leve disminución respecto del 2009, cuando se reportaron 28 mil 786.
Ese registro también es menor al del 2008, cuando fueron 36 mil 546, y mucho menos que en el 2007 —49 mil 475—.
El colectivo nacional fue el que mayor número de deportados suma este año, comparado con los 23 mil 247 hondureños expulsados de México, 10 mil 643 salvadoreños y 831 nicaragüenses.
Exigen mejorar atención
La Mesa Nacional para las Migraciones en Guatemala (Menamig), la Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal y la Coalición Nacional de Inmigrantes Guatemaltecos en EE. UU. (Conamigua), en conferencia de prensa, exigieron ayer que se mejore la atención de los migrantes en EE. UU. y México.
Al ser consultados sobre el fenómeno migratorio, los representantes de esas organizaciones sociales coincidieron en señalar la responsabilidad del Estado, debido a que no se atienden los rezagos sociales y la creciente violencia que empuja a la población a emigrar.
Marcos Yax, presidente de Conamigua, expresó: “Preocupa la inseguridad en el país, que origina migración masiva”.
Agregó: “Consideramos que el Estado debería dar las condiciones necesarias para que haya inversión, y generar oportunidades a través de políticas para que la gente no se tenga que ir”.
Asimismo, Mauro Verzeletti, de la Pastoral de Movilidad Humana, señaló: “EE. UU. y México tienen responsabilidad de buen trato con los migrantes, pero el Gobierno de Guatemala tiene que hacer un trabajo muy serio en el ámbito estructural, debido a que hay una estructura socio-económica que no funciona y no hay generación importante de empleo para que los jóvenes tengan trabajo”.
Víctor Hugo Herrera, presidente de Menamig, afirmó que hay mucha violencia y una mala situación socioeconómica en Guatemala, que presentan un panorama desalentador, lo que ocasiona la búsqueda de oportunidades en otros países.