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Nanotecnología un futuro lleno de aplicaciones 

El siglo XXI es testigo de una nueva revolución científica e industrial, de la mano de la nanotecnología, que consiste en la manipulación de la materia a escala molecular.

Los próximos años se verá la irrupción de estos avances en la economía del planeta.

Nanorobots que circularán por las arterias del hombre, aparatos que se autoreplican, materiales que se autoreparan, ordenadores invisibles, chips con ADN, biochips, nanosatélites y teleportación de la materia son solo algunos de los prodigios que anuncia la ciencia para este nuevo milenio.

Pero ¿qué es la nanotecnología? Se trata de un campo de las ciencias aplicadas dedicado al control y manipulación de la materia a una escala menor que un micrómetro, es decir, a nivel de átomos y moléculas.

La nanotecnología implica a las muy diversas ramas de la ciencia, como la química, la bioquímica, la biología molecular, la física, la electrónica e incluso la informática.

La potencia de la nanotecnología se debe a que la conductividad eléctrica, el calor, la resistencia, la elasticidad, la reactividad y otras propiedades se comportan de manera diferente que en los mismos elementos a mayor escala.

Dentro de poco la palabra nanotecnología, que ahora a muchos nos cuesta bastante imaginar, nos parecerá común y podremos ver adelantos en diversos campos, como en medicina —tratamientos nuevos de diversas enfermedades—, construcción, informática —ordenadores más potentes—, telecomunicaciones —una red de Internet basada en energía solar— y en el ámbito militar.

Los tejidos y la moda

Si los códigos estéticos de la moda los marcan las pasarelas de Milán, París o Nueva York, la innovación en los tejidos llegan de los laboratorios, como el de la Universidad de Cornell, EE. UU., que ha desarrollado una “nanofibra” que permite el cambio del color de las prendas, y que llegará al mercado en cinco años.

La “confección” de estos tejidos, que tienen otras ventajas, como proteger a quienes las llevan de una gripe, pero también de la contaminación o de un ataque bacteriano, tienen un costo muy elevado —hasta US$8 mil 895 por prenda— y por ello, como ocurre en este tipo de investigación, hasta ahora se les ha dado un uso militar.

No obstante, el profesor de la Universidad de Cornell Juan Hinestroza, que ha estado en Barcelona para hablar de la aplicación de la nanotecnología en la creación de “fibras multifuncionales”, en una charla en el Instituto de Investigación Textil de la Universidad Politécnica de Cataluña, aseguró que estos materiales no tardarán en dar “el salto comercial”.

Por ahora se han utilizado en el ámbito militar descomposición de tóxicos químicos o de agentes de guerra química, manipulación de color para crear camuflaje interactivo o fibras que pueden identificar a larga distancia “si eres amigo o enemigo”.

En el campo de la aeronáutica, estas fibras antialérgicas se podrán utilizar en el interior de los aviones para reducir las enfermedades transmitidas por la ventilación, y en el ámbito de la sanidad, se utilizarán en pijamas para los hospitales, que eliminen los estafilococos o que permitan la administración de medicinas por medio de las sábanas mientras el paciente duerme.

En el campo militar, la nanotecnología promete para los próximos 20 años armas del tamaño de una molécula que serán más destructivas que las nucleares, químicas y biológicas actuales: un bolígrafo podría destruir toda una ciudad.

Cualquier país o grupo terrorista podrá disponer de ellas, porque los materiales necesarios para su fabricación estarán por todas partes debido a los múltiples usos de las nanotecnologías.

En computación

En un futuro no muy lejano, los computadoras estarán compuestas, en lugar de transistores, por otros componentes, como moléculas, neuronas, bacterias u otros métodos de transmisión de información.

Entre estos proyectos se encuentra el futuro ordenador “químico”, desarrollado por científicos de Hewlett-Packard y de la Universidad de California, Los Ángeles.

La posibilidad de desarrollar miniordenadores de cien a mil veces más potentes que los actuales podría suponer que estos tuvieran inteligencia propia, lo que podría cambiar los sistemas de comunicaciones. Por ejemplo, los datos podrían transmitirse con imágenes visuales mediante displays incorporados en forma de lentillas.

Expertos han señalado que nuevos desarrollos en la nanotecnología podrían incluso llevar a la inmortalidad, cuando se descubran nanodispositivos capacitados para modificar la estructura genética y celular del ser humano.

Las aplicaciones de la nanotecnología cambiarán la medicina, las intervenciones quirúrgicas y los sistemas de prevención de las enfermedades.

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