Según las autoridades, la meta se habría alcanzado, de no ser por el alza del petróleo y sus derivados.
El aumento de los precios habría reducido la capacidad de compra de los guatemaltecos y provocado más pobreza.
Novedades en la política
Las autoridades monetarias ensayarán nuevos mecanismos que impidan el aumento abrupto en los precios al consumidor.
A partir del próximo año, las metas de inflación serán programadas para dos años.
Este cambio permitiría que, con el tiempo, las autoridades monetarias pudieran programar metas menores a las actuales (entre cuatro y seis por ciento anual).
Los nuevos lineamientos son parte de las recomendaciones del economista chileno Sebastián Edwards, contratado por el Banco de Guatemala (Banguat) para evaluar la economía del país en noviembre recién pasado.
Otras acciones
El Banguat también colocará Certificados de Depósito a Plazos de siete y 28 días, fijando las tasas de interés, con lo que retirará quetzales de la economía para alcanzar las metas inflacionarias.
En otros plazos, la oferta y demanda de dinero determinará el precio del crédito.
Las intervenciones del banco central en la compra y venta de dólares no variarán, al menos en los primeros meses, se informó ayer.
Esperan más crecimiento
Para 2005, tanto el Gobierno como algunos representantes del sector privado se muestran optimistas.
El presidente del Banguat y de la Junta Monetaria, Lizardo Sosa, opinó que en el 2005 el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá, como mínimo, 3.2 por ciento, contra un 2.7 de 2004.
El PIB es el valor monetario de los bienes y servicios producidos en el año.
La política monetaria, que sería definida hoy, ayudaría a lograr mayor crecimiento, manteniendo un tipo de cambio estable, tasas de interés predecibles e inflación moderada.
Sin embargo, Sosa afirmó que el crecimiento puede ser mayor si entra en vigencia el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (TLC), se inicia la construcción de, al menos, uno de los megaproyectos anunciados por el Gobierno este año, hay mayor apertura de las fronteras centroamericanas y se reactiva la economía estadounidense.
La ministra de Finanzas Públicas, Antonieta de Bonilla, se mostró más optimista y previó un incremento de entre 3.5 y cuatro por ciento en el PIB.
Con cautela
No obstante el optimismo, entre algunos analistas existen dudas sobre el futuro económico del país.
Hugo Maul, director del Área Económica del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales, afirmó que las proyecciones oficiales son muy optimistas.
?Como el banco central carece de estadísticas recientes para calcular el PIB, tampoco se puede creer mucho?, explicó. Aún así, Maul anticipó que 2005 podría ser mejor.
Donald Rodas, un pequeño empresario de confección de ropa, tampoco fue optimista.
Admitió que en el último trimestre de 2004 hubo más dinamismo en la economía, pero, por razones históricas, de Navidad y Año Nuevo.
?El poder de compra de la gente se ha deteriorado?, reconoció Rodas, al referirse al aumento de la inflación.
Banqueros: Inseguridad, el principal reto
En el 2005 podrían ocurrir acontecimientos que empujarían la economía nacional con más fuerza, reconoció Federico Linares, presidente de la Asociación Bancaria de Guatemala (ABG), y ex presidente del Banguat. Aunque no fue tan optimista como la ministra de Finanzas, sus estimaciones son similares a las del banco central.
Linares vaticinó un 3.1 ó 3.2 por ciento, que, pese a ser más alto que durante 2004, sería menor al crecimiento promedio de América Latina, previsto en 3.6 por ciento, y al mundial, que, según el Fondo Monetario Internacional, se ubicaría en 4.3 por ciento.
No todo es color de rosa. El banquero insistió en que la mayor adversidad que Guatemala debe superar es la inseguridad ciudadana. Si bien el plan de reactivación ?Guatemala compite? empezaría a dar sus frutos en 2005, si se mantienen o aumentan los índices de inseguridad, es difícil atraer inversiones, agregó.
?Desafortunadamente, la inseguridad trasciende en las inversiones, no digamos en el turismo?, enfatizó.