Monterroso afirmó que para contrarrestar dicho problema llevan a cabo procesos formativos con padres de familia, docentes y estudiantes de Los Amates y de los otros cuatro municipios de Izabal.
Agregó que también brindan atención y acompañamiento a la víctima, ya que aunque existen mecanismos legales importantes en esa materia, el Estado no cuenta con la infraestructura adecuada para su implementación.
Resaltó que cuando ocurren casos en que las víctimas de la violencia requieren de un tratamiento, apoyo y protección integral, encuentran varias limitantes como la falta de albergues especiales y apoyo institucional limitado, lo cual es insuficiente para subsanar las secuelas y proteger la integridad del afectado.
Añadió que la violencia se generaliza, ya que cada día hay más niños y niñas huérfanos, lo que vulnera su seguridad, desarrollo social y emocional.
Estadísticas de la Policía Nacional Civil indican que en lo que va del año, 41 personas han muerto por heridas de bala, y que enero ha sido el más violento, cuando ocurrieron siete crímenes.