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“Es importante que se normalice, es un tema en el que está atrasado Guatemala, repercute en la calidad de vida y en generaciones futuras. Estamos atrasados en la creación de normas para saber qué materiales de construcción se deben utilizar, hay normas, pero no son obligatorias y se podrían estar haciendo construcciones con materiales no adecuados”, acotó.
Según González, en Guatemala la tendencia es que se escogen los materiales por el precio y no por la calidad.
“Los efectos no se ven a corto plazo, pero cuando ocurre un sismo o cuando la construcción tiene algún tiempo se ven las consecuencias”, advirtió.
Agregó que en Latinoamérica hay varios países avanzados en este tema en donde se han creado normativas obligatorias.
“En el país se usan normativas internacionales para la utilización de materiales de construcción, pero a nivel nacional no hay una legislación u obligación, las municipalidades ya han comenzado a hacer obligatorio el uso de materiales normados internacionalmente, también hay otras iniciativas por medio el congreso”, señaló.
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Buscan lo barato
Eduardo Rivera, gerente de Comercialización Corporación Acerera Centroamericana, refirió que las normativas en Guatemala son de fabricación y no de cómo y dónde se deben utilizar los materiales de construcción.
“Acá la varilla de alta resistencia se adquiere en cualquier lado y si no hay, los comerciantes le dicen que es equivalente a otro material y lo suplen, y no es cierto, una varilla de resistencia de buena calidad se estira y vuelve a su mismo lugar”, refirió.
Rivera también indicó que el mayor problema está en la provincia, debido al poco control que hay sobre los materiales y dónde se construye.
El experto puso como ejemplo que quienes recibieron las viviendas conocidas como tipo Baldetti en algunos departamentos querían construir segundo nivel, porque las estructuras tenían barrillas de resistencia, las cuales son para soportar láminas, pero no concreto.
“Mucha gente que compra en cualquier ferretería compra barras importadas de metal que a veces no tienen ningún control, entran las incorrectas, entran como un producto y se venden como otro, las que vienen de países orientales no son sometidas a pruebas, no cumplen con las normas o requisitos técnicos, pero la gente las compra porque son más baratas”, señaló.
Agregó: “Acá el constructor es uno mismo, porque le dice al albañil cómo quiere su vivienda, sin ningún tipo de estudio”.
Héctor Herrera, representante de la Comisión Guatemalteca de Normas, indicó que en Guatemala debe haber un código de construcción, que especifique las condiciones de dónde se debe construir y una entidad encargada de velar porque esa construcción se termine correctamente y que carezca de errores.
“Si se construye en terrenos arenosos, con mal diseño y malos materiales, vamos para la tragedia, cuando haya un temblor fuerte se va a desnudar el problema de la construcción en Guatemala, hay muchos diseños de maestros de obra o el albañil que deciden cómo se construirá una casa y son de tres pisos”, refirió Herrera.
El experto indicó que en la provincia se utiliza cemento vencido o con demasiado tiempo de almacenamiento, cuyo efecto es no compactar bien con el hierro.
“Si habrá norma, habrá calidad, en los departamentos utilizan hierro comercial que tiene menor resistencia y no pega con el concreto, se debe garantizar la seguridad porque estamos en un país sísmico”, expuso.
Explosión
Herrera también se refirió a la explosión de gas propano que ocurrió en un edificio de apartamentos en la zona 11 capitalina y consideró que se debería verificar la instalación de esos ductos.
“Lo más probable es que no estaba bien instalada -la tubería-, algo pasó, el edificio es nuevo, debe haber más supervisión. Cuántas obras más no estarán en riesgo, esperemos que algo no ocurra en una escuela, en un hospital. La gente debe entender que cuando manda a hacer una casa debe velar por la calidad, porque por ahorrar está poniendo en riesgo su vida”, precisó.
El domingo 17 de febrero pasado, alrededor de las 22.30 horas, hubo una explosión de gas en un apartamento de Santa María Las Charcas. María José Carrillo, en estado de gestación, y su esposo Luis Carlos Porras resultaron con quemaduras severas, por lo que fueron trasladados a un hospital privado.
Luego, por la gravedad de las lesiones, fueron trasladados al Hospital General San Juan de Dios y al Seguro Social, respectivamente. Carrillo falleció 10 días después, en el hospital, y Porras se recupera en el Hospital General de Accidentes del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social. El Ministerio Público continúa con la investigación del caso.
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