En el teatro
Uno de los artistas que jugó un papel muy importante en el arte dramático fue Guillermo Monsanto, quien presentó las obras Esto no es una pipa y De amor, odios y otras traiciones; esta última es uno de las mejores montajes teatrales que se han presentado en los últimos tiempo, según los críticos. Otra obra que dio mucho de que hablar fue La edad de la Ciruela, con la que el grupo Rayuela de Teatro Independiente celebró sus 10 años de existencia. Otro de los montajes que sobresalió fue Plastilina, bajo de dirección de Patricia Orantes.
Mónica Sarmientos, con su show cómico Se nos va la orquesta también destacó, porque aunque la obra no se estrenó este año, estuvo en temporada en varios teatros de la ciudad.
Otra comedia que hizo varias funciones con llenos completos fue el monólogo El Cavernícola, original de Rob Becker, presentado por Juan Diego Rodríguez.
También se presentó, como ya es tradición, la obra Don Juan Tenorio, bajo la dirección de la primera actriz María Teresa Martínez.
María Mercedes Arce, celebró sus 25 años sobre las tablas, con el monólogo Historias de ayer y hoy. Fue buen año para el arte dramático.
En la danza
Artecentro Cultural Graciela Andrade de Paiz está haciendo una gran labor por la danza en el país, principalmente con el apoyo a las danzas contemporáneas, que han tenido muy poco espacio en el medio. Dentro de este mismo género de la danza, el grupo Momentum ha puesto muy en alto el nombre de Guatemala, y aunque tienen poco presupuesto sigue esforzándose por hacer bien su trabajo. Dentro de sus montajes presentaron El Monstruo de la calle de colores, para niños, dirigido por Giglia Canessa y Alejandra Bolaños. Kazia Orantes presentó sus montajes Ciudad hostil y Ojos lejos, dos puestas en escena que dan una idea clara de lo que se realiza en Guatemala dentro de la danza contemporánea.
El Ballet Guatemala tuvo buena temporada de gala. Presentó los ballet La fille mal gardée; La Bayadera, que tuvo como invitados a los bailarines rusos Anna Antionicheva y Vladimir Neporozhniy; y el estreno de Otelo. En las obras que llevaron a escena se pudo ver el alto nivel de las bailarinas de Guatemala, sobre todo las solistas con sus impecables actuaciones.
Un Festival importante fue Brincos, que se desarrolló en el Teatro Dick Smith, del IGA, y que reunió a muchas agrupaciones en una muestra de danza para todos los gustos y edades.
Al igual que en el teatro, la danza está creciendo; cada día son más artistas quienes la practican. Ahora el reto es perfeccionar la técnica para ser reconocidos por el arte que hay en el país.
Cada año las artes cobran mayor importancia dentro de la sociedad.
Gran variedad Algunas presentaciones
A continuación se presentan imágenes de algunos de los montajes:
