Sostenibilidad
Agregó que a cada fémina se le entregó un capital en materiales de alrededor de Q300, pues lo que se persigue es que este proyecto se vuelva sostenible a un mediano plazo.
Hortensia Xuyá, representante del grupo beneficiado, expuso que además de la entrega de hilo, unas cien ancianas recibieron un corte típico, porque a algunas de ellas se les dificulta trabajar, pero hacen un esfuerzo para hacerlo, porque han sido abandonadas por sus familias, y casi toda su ropa se halla deteriorada.
“Nuestra meta como grupo es comercializar en mercados nuestros productos, ya que muchas tienen el arte de elaborar servilletas, manteles, güipiles, fajas y adornos para la decoración del hogar”, expresó Xuyá.
Rosalía Capir, beneficiada, dijo que ella tiene la habilidad de tejer, pero lamentablemente los recursos de su hogar no son suficientes para comprar hilo, por lo que agradece la ayuda.