“Perdonar implica un proceso de modificar sentimientos negativos a positivos. No significa olvidar, sino recordar sin dolor”, comenta la psicóloga clínica Natalie Gutowski.
La experta agrega que el perdón “sirve al ofensor para liberarse de la culpa y por otro lado, para que el ofendido se libere de posibles sentimientos de rencor”.
PROPÓSITO DIVINO
De acuerdo con el pastor evangélico Jendrick Lobos, de la iglesia Casa del Alfarero, la Biblia dice que hay que perdonar a todos los que nos ofenden.
“La biblia dice que Dios nos amó primero y que nos perdonó de todas nuestras ofensas y pecados, y que nosotros debemos actuar bajo ese modelo con nuestro prójimo. Es un mandato y no una opción”, añade.
CONSECUENCIAS
“No perdonar implica guardar rencor y vivir con una carga de resentimientos que afectan nuestras emociones y no nos permiten vivir de manera plena. Puede llevar a la persona a estar irritable, enojada, triste, con dificultad para controlar los insultos y suele aumentar los niveles de ansiedad”, dice Gutowski.
Una persona que vive sin rencores se enferma menos y sin duda tiene paz interior y esto influye en la salud, concluyen los expertos.
“La falta de perdón nos atrapa y nos deja en el pasado. Ahora que comenzamos un nuevo año hay que evaluar esta área. Es probable que muchos cambien de número en el calendario, pero que queden atrapados en el pasado por conflictos no resueltos”, refiere Lobos.
Fuentes: Psicóloga clínica Natalie Gutowski, teléfono, 2369-6404; y pastor evangélico Jendrick Lobos, jendricklobosmccagmail.com.