La medida contra el alcalde metropolitano, el segundo dirigente opositor apresado en un año, reduce las posibilidades de que se abran canales de consenso entre el gobierno y la oposición y presagia tiempos de mayor tensión en un año en el que se espera la celebración de elecciones parlamentarias, según estimaron analistas.
Ledezma, de 59 años, fue detenido el jueves en su oficina en el este de la capital por varias decenas de agentes policiales fuertemente armados. Algunos de los agentes iban identificados como miembros de la policía política. Hasta el momento se desconoce el paradero y los cargos que podría enfrentar el dirigente.
Maduro acusó a Ledezma de estar implicado en actividades de conspiración y presentó como prueba de ello un comunicado titulado “acuerdo nacional para la transición”, publicado recientemente en un diario local y fue avalado también por el líder opositor detenido, Leopoldo López, y la ex congresista María Corina Machado.
“El que está detrás de estos atentados golpistas tiene que ir preso, y va a pagar en la cárcel, sea quien sea. Ya basta de impunidad”, sostuvo el mandatario, que volvió a acusar a Estados Unidos de participar en una conspiración contra su gobierno.
EE. UU. rechaza acusaciones de Maduro
Poco después de conocerse la denuncia de Maduro, Washington reaccionó rechazando las acusaciones de que el gobierno de Barack Obama se encuentre detrás de una conspiración para derrocar al mandatario venezolano.
“Los señalamientos hechos por el gobierno venezolano que Estados Unidos está involucrado en conspirar en un golpe y la desestabilización (de ese país) no tiene basamento y son falsas”, señaló en un comunicado la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.
“Estados Unidos no promueve la desestabilización en Venezuela ni tampoco estamos intentando socavar su economía ni su gobierno”, añadió Psaki, subrayando que Washington sigue siendo el principal socio comercial de Caracas.
Psaki llamó a las autoridades de Venezuela “dejar de intentar distraer la atención de los problemas económicos y políticos del país” con esas acusaciones, “y enfocarse en encontrar soluciones reales” a través del diálogo democrático.
La oposición denuncia violencia
“Se llevaron a Antonio Ledezma a punta de golpes (…), llegaron destrozando todo lo que encontraron a su paso, no dieron tiempo a hablar, no dieron tiempo a enseñar ninguna orden de nada”, denunció en declaraciones a Unión Radio, Mitzy Capriles de Ledezma, esposa del político.
Al momento de sacarlo del edificio donde se encontraba, los efectivos “dispararon al aire en varias oportunidades” para dispersar a la multitud que se había reunido, añadió la mujer.
“Al alcalde Ledezma se lo llevaron detenido más de 80 funcionarios, todo un despliegue para llevárselo, no le presentaron una orden de detención”, dijo de su lado Omar Estacio, abogado de Ledezma.
Dirigentes y militantes opositores manifestaron su solidaridad con el político y criticaron al gobierno del presidente Maduro.
“El gobierno no encuentra medidas para hacer frente a la crisis (económica), el único tablero en el que creen es el de la violencia, se tiraron a este barranco, el tablero de la represión genera nuevos problemas”, dijo a medios locales Jesús ‘Chuo’ Torrealba, líder de la coalición opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD).
La diputada destituida María Corina Machado dijo vía Twitter que la detención de Ledezma es “un acto desesperado de la dictadura contra un demócrata cabal”.
Luis Vicente León, presidente de la firma Datanálisis, se refirió a la detención de opositores en Venezuela, pero sin citar específicamente el caso de Ledezma.
“Apresar a los dirigentes opositores puede desviar momentáneamente la atención del problema económico pero sólo los empeorará”, escribió León en Twitter.
De 59 años de edad y militante de la Alianza Bravo Pueblo, Ledezma es uno de los veteranos de la oposición y entre otros cargos ha sido senador, diputado y gobernador del antiguo Distrito Capital (Caracas).
Ledezma fue electo en el 2009 y reelecto en el 2013 como alcalde mayor de Caracas, que agrupa a cinco municipios metropolitanos, aunque sus funciones han sido severamente restringidas por el gobierno central venezolano.
El alcalde opositor ya había sido señalado por Maduro de ser uno de los promotores de las manifestaciones antigubernamentales que sacudieron a Venezuela de febrero a mayo del 2014 con saldo de 43 muertos.