El Mall, la gran avenida que une Trafalgar Square al palacio de Buckingham, lo espera desde este viernes engalanado con banderas mexicanas y británicas. Peña Nieto y su esposa, Angélica Rivera, la recorrerán en carroza el martes, yendo al encuentro de la reina.
El mismo día por la noche será el invitado de un gran banquete presidido por la monarca.
Se trata de los puntos fuertes de una visita en la que, entre otras cosas más, se reunirá con el primer ministro británico David Cameron y se dirigirá a ambas cámaras del parlamento.
La reina despedirá personalmente el jueves al presidente mexicano, que viajará a Aberdeen, la capital petrolera de Escocia, a modo de punto final, para firmar un acuerdo con las empresas que extraen crudo en el mar del Norte.
El 2015 fue designado como el Año del Reino Unido en México y el Año de México en Reino Unido, una iniciativa de ambos gobiernos para apuntalar la cooperación en materia de educación, cultura y ciencia.
México y Reino Unido tuvieron en 2014 un intercambio comercial de cerca de 4.000 millones de dólares, con una balanza deficitaria para el primero de más de 600 millones de dólares, según cifras del gobierno mexicano.
El país norteamericano está muy interesado en reforzar su lugar de primer destino turístico latinoamericano para los británicos, así como ampliar contactos con el sector petrolero de otros países ahora que, por primera vez en décadas, las empresas extranjeras pueden invertir en la compañía petrolera nacional Pemex.
Pero sobre todo, lo que más luce del viaje es “la distinción de tener una visita de Estado, cuando sabemos que esas visitas son solo dos al año” , dijo Natalia Saltalamacchia, analista de relaciones internacionales de la universidad mexicana ITAM.
Desde que Isabel II accedió al trono en 1952, ha recibido a siete presidentes latinoamericanos -tres brasileños, tres mexicanos y uno chileno. El último fue el antecesor de Peña Nieto, Felipe Calderón, en 2009.
La sombra de los estudiantes de Iguala
“El Reino Unido es una caja de resonancia mundial, la de medios de comunicación globales que suelen influir en la opinión del mundo sobre un determinado país, para bien o para mal”, estimó Saltalamacchia.
Y “en los últimos meses hemos tenido dos o tres incidentes muy graves que han afectado la imagen” .
El de más repercusión internacional fue la desaparición -y muy probable muerte- de 43 estudiantes en el sur de México, un caso por el que se señala a autoridades locales y fuerzas policiales.
Según la reconstrucción oficial de la fiscalía, los estudiantes fueron atacados a tiros por policías de Iguala (Guerrero) y luego entregados a un cártel narcotraficante, que los habría asesinado por creer que entre los estudiantes había infiltrados de un grupo rival. Los sicarios habrían incinerado sus cuerpos y arrojado los restos a un río.
Hay gente en el Reino Unido esperando para recordarle a Peña Nieto ese episodio y en general la situación de los derechos humanos en México, así como la corrupción.
Por ejemplo, el colectivo Yo Soy 132 de Londres, formado por, pero no exclusivamente, estudiantes mexicanos.
Un portavoz del grupo, que solicitó el anonimato, explicó que, a diferencia de lo que ocurrió en una reciente rueda de prensa del embajador de México, no piensan boicotear o interrumpir ningún acto del presidente.
Pero sí protestarán ante Downing Street, la residencia de Cameron, cuando vaya Peña Nieto.
Para ellos, “los gobiernos extranjeros no deben ser cómplices de los abusos en los derechos humanos y la falta de justicia en México”, afirman en un comunicado.
Yo Soy 132 exige que “la transparencia y el respeto a los derechos humanos sean requisitos” para firmar cualquier acuerdo con el gobierno mexicano.