Durante la misión no se reportó ningún incidente con el traje espacial, pero Virts descubrió una pequeña cantidad de agua en su casco una vez dentro de la Estación (conocida también por sus siglas en inglés ISS).
Un problema parecido tuvo lugar el pasado miércoles cuando tras el retorno de la salida orbital se detectó una acumulación de agua en la parte frontal del casco de Virts.
La agencia espacial estadounidense ha expresado su preocupación por repetir los fallos técnicos en los trajes espaciales estadounidenses, todos ellos vinculados con el sistema de refrigeración y una emergencia por una fuga de agua en 2013 que casi ahogó al astronauta Lucca Parmitano.
“Básicamente una pequeña cantidad de agua residual del componente del sublimador refrigerante que se condensa una vez que el traje se reintroduce en un ambiente con presión tras ser expuesto al vacío, resultando una pequeña cantidad de agua en el caso”, dijo la Nasa en su blog.
Pero añadió que “no era un problema” para la seguridad de los astronautas.
Trabajo rápido
“Han hecho un trabajo excepcional, incluso para dos pilotos de transporte”, dijo Suni Williams, veterana astronauta, que trabaja en la misión de control en Houston.
Los astronautas instalaron antenas y equipos de comunicación para que las futuras cápsulas que lleguen desde Florida en vuelos comerciales puedan estacionar en la Estación, dijo la Nasa.
Más tarde hicieron lo mismo con unos 122 metros de cable.
Esta salida orbital es la tercera en ocho días de la Nasa y la número 187 de la historia de la Estación.
En las dos expediciones anteriores, los dos mecánicos espaciales instalan más cable y lubricaron los enganche del brazo robótico de la estación espacial, que según la Nasa había crecido “artríticamente” después de más de una década en el espacio.Estas salidas fuera de la EEI apuntan a la instalación de nuevos equipos para permitir el acoplamiento de las futuras dos naves de la empresa privada SpaceX y Boeing, que transportarán a los astronautas a la Estación a partir de 2017 en virtud de contratos con la Nasa.Mientras tanto, los astronautas de todo mundo deben pagar US$70 millones por asiento a Rusia para ser transportados en sus cápsulas Soyuz a la Estación Espacial.