Ya en el primer año de su pontificado, Francisco lavó los pies de doce menores musulmanes recluidos en una cárcel romana, mientras que el pasado año lo hizo a doce discapacitados de distinta edad, nacionalidad y religión.
Con esta misa de Jueves Santo, el papa rememorará la Última Cena y la oración de Cristo en el huerto de Getsemaní, que estuvo sucedida por su arresto y posterior calvario.
También procederá al lavado de pies a doce personas, emulando a Jesús cuando lavó los pies a sus discípulos.
La decisión de Francisco en 2013 de lavar los pies de mujeres y presos musulmanes disgustó a los católicos tradicionalistas, que dijeron que, según las propias normas del Vaticano, el ritual debía ser practicado solo con varones porque representaban a los 12 apóstoles.