“Mi esfuerzo estará centrado en hacer de la OEA un instrumento útil a todos los intereses de las Américas” , dijo Almagro al iniciar su discurso en la sede del organismo en Washington, con la presencia de 19 cancilleres de la región.
“No vengo a administrar ninguna crisis, sino a facilitar y trabajar por una renovación” , aseguró Almagro
Al menos 19 cancilleres de la región asistieron a una sesión extraordinaria celebrada por la Asamblea General de la OEA, a pesar de que Almagro era el candidato único.
El ex vicepresidente guatemalteco Eduardo Stein y el jurista peruano Diego García-Sayán habían retirado hace meses sus respectivas candidaturas.
La OEA llega a esta coyuntura debilitada por la pérdida de protagonismo en el continente, las constantes dificultades presupuestarias y las presiones para que torne efectivas las iniciativas en favor de una reforma de su estructura.
Los reglamentos de la OEA permiten la presentación de una candidatura hasta el inicio de la propia Asamblea General, de forma que no se descarta que pueda surgir a una alternativa a la elección de Almagro.
Sin embargo, los países que tenían interés en lanzar un nombre al ruedo ya expresaron su apoyo al hasta hace poco jefe de la diplomacia uruguaya.
– Asignatura pendiente-
Otra gran asignatura pendiente que la OEA tiene es crear las condiciones para facilitar el retorno de Cuba, país que fue suspendido de la organización en 1962. Esa suspensión fue anulada por consenso en el 2009, cerrando de esa forma uno de los capítulos de la Guerra Fría en el hemisferio.
En el 2014, durante una cumbre de la CELAC en La Habana, todos los presidentes del continente marcaron su presencia -incluyendo al secretario general de la ONU y al propio Insulza-, en un mensaje claro a Washington: es necesario poner punto final a la política de aislamiento.
Cuba y Estados Unidos iniciaron en diciembre pasado un histórico proceso de restablecimiento de las relaciones diplomáticas, en otro gesto aplaudido por todos los países del continente.
Al defender su candidatura ante la OEA, Almagro dejó claro que pretendía impulsar el “reingreso efectivo” de Cuba.
“Para ello, considero que deberíamos encontrar la forma viable y consensual para que así suceda, y Cuba pueda enriquecer con sus aportes” a la entidad, añadió.
Todas las partes alimentaban la esperanza de que Cuba y Estados Unidos puedan anunciar el restablecimiento de relaciones diplomáticas y reapertura de embajadas antes de la Cumbre de las Américas, que se realizará en abril en Panamá.
Las conversaciones entre los dos países, sin embargo, avanzan a paso firme pero a ritmo mucho más lento que el esperado.