La isla se encontraba en alerta roja desde la mañana, en previsión de la llegada del ciclón. Las personas heridas no respetaron las instrucciones de permanecer encerrados en sus casas.
Según el servicio francés de meteorología, los vientos sobrepasaron los 150 km/h y podrían superar los 200 km/h en las alturas de la isla. Se espera que las olas sobrepasen los diez metros por la tarde.
La prefectura ordenó la evacuación de una decena de familias de la localidad de LEtang-Saint-Paul (oeste de la isla) , debido a los riesgos de inundaciones.