El fabricante japonés pondría así fin al período de “pausa intencionada” que inició en el 2013 y en el que congeló los proyectos de nuevas plantas de producción para centrarse en alcanzar la plena utilización de las instalaciones existentes.
Las plantas de China y México aplicarán la nueva “arquitectura” presentada por Toyota la semana pasada, que rebajará el coste de las fábricas en un 40%, al ser más compactas y eficientes, y que permitirá asimismo fabricar carros más baratos y mejores, según la compañía.
La planta de México se ubicará en el estado de Guanajuato y contará con una capacidad máxima de producción de 200 mil vehículos por año, y se centrará en la fabricación del sedán Corolla para el mercado norteamericano.
La nueva fábrica permitiría abaratar los costes de producción de este modelo, que se ensambla actualmente en Canadá y ostenta una parte significativa del mercado de Estados Unidos.
Por su parte, la nueva planta de China se construirá en Guangzhou, donde Toyota cuenta con una empresa conjunta con Guangzhou Automobile Group y fabrica actualmente el subcompacto Yaris, y tendrá una capacidad máxima de producción de 100 mil vehículos anuales.
La compañía de Aichi tiene previsto anunciar la construcción de las nuevas plantas hacia finales de mes, según el periódico nipón.
Las fábricas de China y México serán las primeras que abre la empresa nipona desde la que inauguró en Tailandia en el 2013, cuando detuvo sus planes de expansión para centrarse en mejorar su eficiencia y productividad.