Durante una presentación a la prensa sobre el presupuesto nacional, Manfredo Chocano, investigador del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales, CIEN, comentó que la estimación de los ingresos para 2002 -Q21 mil 166 millones- partió de una base pesimista, ?la recaudación de 2001?.
Aclaró que un alto porcentaje de esos ingresos provendría del incremento a las tasas de los impuestos al Valor Agregado y a las Empresas Mercantiles y Agropecuarias, así como al establecimiento del Timbre de Control Fiscal.
Desde su perspectiva, las autoridades fiscales poco hacen para mejorar los ingresos, por lo que recomendó avanzar en ?una reforma integral del sistema tributario?.
Esta debiera contemplar la simplificación de los instrumentos y mecanismo de recaudación, además de la eliminación de privilegios.
En pocas manos
Para Jorge Lavarreda, investigador del CIEN, los escasos ingresos contrastan con las elevadas proyecciones de egresos -Q26 mil 049 millones-, los cuales son absorbidos, mayoritariamente, por los ministerios de Defensa, Gobernación y Comunicaciones.
La diferencia entre los ingresos y gastos del gobierno únicamente provocará que el déficit fiscal llegue a 2.1 por ciento del Producto Interno Bruto, y no al 1, como lo establecen los compromisos contenidos en el Pacto Fiscal.
Según Chocano, el presupuesto se elaboró sin contemplar los atentados en EE.UU., que incidirían no sólo en la política fiscal.
Para el CIEN, la inflación se ubicaría entre 6 y 7 por ciento a finales de 2002, y no en el 5 previsto por el gobierno, mientras habría un crecimiento económico de 2.4 por ciento y no del 2.9 estimado por las autoridades.