Así lo dio a conocer el presidente de la Cámara de Amparos y Antejuicios, Otto Marroquín Guerra, quien señaló que aún queda pendiente el amparo definitivo.
Peligro
Marroquín Guerra explicó que el amparo fue otorgado por considerar que podía haber un inminente peligro para los pacientes bajo tratamiento por transplante de riñón, al usar el mencionado fármaco.
?Es en estos casos que la ley faculta al órgano jurisdiccional para que decrete el amparo provisional, que funciona como una protección especial?, expuso.
Con lo resuelto por la CSJ, queda suspendida la negociación iniciada en junio por el Ministerio de Finanzas Públicas, que adquirió un lote del medicamento a la firma coreana, Chon Kun Dang Pharm.
Desde el momento de la compra, distintas entidades y enfermos renales se opusieron a la Ciclosporina, pues según indicaron, el fármaco aún no ha sido reconocido por las autoridades médicas de Estados Unidos.
También fue cuestionado por su dudosa calidad y sus posibles efectos secundarios, que podrían provocar la muerte de las personas que padecen insuficiencia renal o interrumpir el avance alcanzado luego del transplante.
Ante esto, la fundación Asistencia Médica y Ocupacional para la Recuperación del Enfermo Renal interpuso el amparo, mediante el cual solicitó que se detuviera la compra de más Ciclosporina, así como que dejara de administrarse en el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, donde se atiende a los enfermos renales.
Por su parte, el distribuidor del medicamento coreano, Enrique Jelkmann, aseguró que todo lo señalado ?es parte de una guerra comercial”.
Todos los requisitos legales para el fármaco en mención se han cumplido, y no hay pruebas que establezcan que el medicamento no es efectivo, subrayó Jelkmann.
El genérico
Denaspor-Ciclosporina es el nombre del genérico coreano que ha sido cuestionado.
Este fue comprado el 6 junio pasado por Finanzas Públicas, a la compañía coreana Chon Kun Dan Pharm.
El motivo, según pacientes y la Fundación Amor, es el bajo precio del medicamento, comparado con el tradicional Sandimmun Neoral.
La función de ambos medicamentos es ayudar a que el organismo acepte el riñón transplantado.
La firma coreana sostiene que la controversia con el medicamento se debe a una batalla comercial, que busca sacarlos del mercado.