Guatemala

‘Infierno comienza en Chiapas’

Indocumentados: Bandas criminales salen al paso de cientos de migrantes

Ciudad Tecún Umán, San Marcos. / Para todo extranjero que proviene de más al sur del continente, podría decirse que la frontera sur de México es ?donde comienza el infierno?, según calificativo de un indocumentado hondureño que fue alojado en el Albergue Belem, de Tapachula, Chiapas.

Se dio a conocer que el referido alojamiento es destinado para atender a personas que emigran, según la periodista Flor María Rigoni que trabaja en la revista Migrantes del Distrito Federal, especializa en asuntos de inmigrantes de la Pastoral Migratoria de los Misioneros de San Carlos / Scalabrinianos.

Facetas mexicanas

Para todo extranjero, señala Rigoni, la frontera sur de México, colindante con Guatemala, presenta tres Méxicos distintos: el de la tortilla, el de los uniformados y el de los tatuados.

?La tortilla sigue siendo el símbolo del México del pueblo, de aquella puerta abierta sobre un patiecito, tal vez más pobre del que se dejó en Centroamérica?, añadió.

?Sin embargo, es lugar para compartir unos frijoles, un taco o una tortilla y donde de repente aquella calzada de miedo se transforma en Emaús con un Cristo hasta aquel entonces desconocido?, relata.

?El México uniformado es el de la Migración, el de la Procuraduría General de la República, el de la Policía del estado, de los municipales, la Federal Preventiva y de Caminos y, a veces, hasta de grupos Beta, en lista que puede alargarse?.

Rigoni también señala que este país del Norte es el de los tatuados (bandas criminales), donde el asalto y el robo, el secuestro de personas, el machetazo y la muerte han transformado el camino del inmigrante en cementerio sin cruces.

Se muere en las vías del ferrocarril y no tanto por la tragedia, sino de un fierro andando sin ánima, esgrimido por salvatruchas, maras y tatuados, puntualiza la periodista.

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