Vida

José García Urrea

?A las obras las quiero como a mis hijos?

Nació el 19 de diciembre de 1920, y a los 13 años de edad, cuando estudiaba en el colegio Santo Domingo, empezó a escribir su propias obras de teatro.

?En ese tiempo era muy difícil conseguir las obras de teatro y, arrecho como es uno, dispuse escribir dos: ?El barbero del pueblo?, que estaba muy mal hecho y no me gustó mucho, y ?El costal de la discordia?, que ya lleva 63 años y aún esta vigente?.

Entre adaptaciones y originales, García ha escrito más de 100 obras, de las cuales ha publicado siete libretos de cuatro obras cada uno. Actualmente, escribe dos obras: ?No te mueras Venustiano?, que es la historia de un amigo suyo que le pasó de todo, y ?Don Toribio?, que es el personaje de otra de sus obras, ?La casa de Atila?.

El maestro García cuenta emocionado que le van a entregar la medalla de honor Hugo Carrillo. ?Esto tal vez sea presunción mía, no sé que van a decir los que lo lean, pero yo creo que ya soy el decano de los dramaturgos porque después de tantos años, aún sigo vigente y sigo escribiendo, aunque no sea de gran calidad pero sí de popularidad? (ríe). La ceremonia será el martes 26 a las 19 horas en el Teatro de Cámara del Centro Cultural Miguel Ángel Asturias.

¿Cuál es el proceso de creación de una obra?

?Yo lo que aplico es una concepción mental. Empiezo a darle vueltas y más vueltas. Después apunto sobre eso y se pienso si va a ser de un acto, de dos o tres. Yo sigo todavía el proceso que estudié anteriormente, que era exordio, la proposición, la confirmación que es como cuando uno se extiende en una carta y puede escribir 20, 40, 50, un quintal de papel y luego el epílogo. Ese es el sistema que tengo yo para escribir en teatro?.

¿Cómo crea sus personajes?

?Las obras son sacadas del ambiente, uno mira las cosas bien y entonces se le ocurre tal cuestión y entonces se arma la obra. Es una de las razones por las que las obras, como decimos en teatro, pegan, porque son sacadas de situaciones familiares digamos así.

?A los personajes también los busco así, por ejemplo, yo la estoy ?semblanteando? a usted en este momento, no se crea. Entonces, yo miro cómo es usted. Si necesito un personaje yo digo, ah… fulano tiene esas características. Y cuando escribo el personaje lo hago viendo a esa persona mentalmente.

Así ese personaje tiene vida propia y cuando un actor lo interpreta, le está dando vivencia y eso se proyecta al público y el público lo agarra bien. Entonces la obra llena las dos funciones: estimular al actor y estimular al público?.

¿Cómo ha marcado el teatro su vida?

?Bueno, yo diría que de dos formas: una favorable por los éxitos que se tienen, tal vez no tanto económicos pero de satisfacciones sí, espirituales, morales, pero a la vez molestias, porque cuando alteran los libretos entonces lo hacen a uno decir cosas que uno no ha dicho y eso sí me ha traído problemas serios?.

¿Cómo cuáles?

?Pues que alguna vez me estaban echando del trabajo. Me dijeron, mire si usted esta poniendo eso, renuncie. Y yo todavía haciéndome el loco ¿de qué me está hablando?

?El año antepasado estuve en Coatepeque presentaron ?Un criado a la moderna?. Esta obra fue escrita en 1943, cuando estaba aquí la base norteamericana y tiene un personaje muy especial creado por su servidor, que es un cantaclaro, son de aquellos chifladitos que le dicen a uno las verdades. No tienen ninguna inhibición.

?También había un norteamericano y resultó que lo pusieron de ladrón y homosexual. Bueno, tuve que darle una regañada al director por poner la obra de esa forma, fue una cosa terrible, entonces, son disgustos?.

¿Qué piensa usted de las comedias que se presentan en la actualidad?

?Mire, todo es cuestión generacional, nosotros con don Memito (Lizandro Chávez), vivimos un teatro puro, nosotros vimos muy buen teatro. En la actualidad pues prácticamente es un teatro eminentemente comercial. Tienen razón de ver cómo hacen sus centavos. pero nosotros, todos los de la vieja guardia, trabajábamos por amor al arte. Yo, por ejemplo, con la Pasión de Cristo, que fue una adaptación buena, yo hice mis centavos.

?También tengo una adaptación, es decir, le puse adaptación por el título nada más, se llamaba ?Si yo fuera presidente?, la hice antes de las elecciones de Arbenz, era de tema político, pero era un tema político depurado, bastante fino, bien hecho, con mucha ética.

?Pero en la actualidad se ha abusado mucho de eso, entonces, para mí no está bien, por mi generación que ya estoy muy atrasado, pero los jóvenes lo ven de otro modo. Yo respeto el modo de pensar de los jóvenes y también pido que los jóvenes a nosotros los de mayor edad nos respeten, porque entonces hacemos un puente, pero, en sí para mí, es antiteatro?.

¿Cuál es la obra que recuerda con más cariño?

?Eso es igual que los hijos. Tengo 7 hijos, y a todos los quiero por igual y digo debí haber tenido otro para quererlo lo mismo, y lo mismo pasa con las obras, sólo que tengo más. Todas las quiero, me dan satisfacciones, me dan disgustos ajenos de ellas pero a todas las quiero por igual?.

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