El dolor se origina porque los nervios están mandando una señal errónea al cerebro; hay algo que lo ocasiona. Dicho malestar es considerado como neuropatía o afección del sistema nervioso periférico que incluye raíces, ganglios neurovegetativos, plexos y fibras nerviosas.
Pueden resultar afectandos los nervios sensitivos que transmiten la sensibilidad; motores, encargados de generar la fuerza y movimientos de los músculos, y los autonómicos, que controlan la temperatura, presión arterial y circulación, explica el neurólogo Carlos Dávila Vásquez, del hospital Herrera Llerandi.
Cómo comienza
Al principio las personas no le prestan atención, porque la sensación no es diferente a la de un adormecimiento común. Sin embargo, con el paso del tiempo se hace más intenso, el hormigueo se convierte en ardor y calambres recurrentes que llegan a ser insoportables, a tal grado que los pacientes dicen sentir algo parecido a estar parados sobre brasas.
El doctor Dávila indica que generalmente las molestias suelen aparecer por la noche, y algunos no pueden dormir, ya que hasta las sábanas sienten pesadas. El dolor neuropático casi siempre llega a ser tan intenso que no se calma con ningún analgésico, y las áreas afectadas suelen ser brazos, piernas, cara o todo el cuerpo. Ello depende de la enfermedad, lesión o trauma directo que lo esté provocando. No obstante, no siempre se encuentra un causa de fondo, pero de igual forma el paciente debe recibir atención, señala Dávila.
Causas
Los problemas que lo desencadenan son diversos, desde un golpe fuerte que implique daño en los nervios hasta enfermedades asociadas como diabetes, herpes zoster, cáncer, carencia de vitaminas y sida, entre otras. Estas afecciones son sus desencadenantes más frecuentes, porque producen alteraciones en las fibras nerviosas y, por lo mismo, dolor neuropático.
También hay otras causas, como las enfermedades infecciosas ( virus como la gripe, mononucleosis infecciosas, Guillian Barré; bacterias como la fiebre tifoidea, difteria o lepra); tóxicas (mercurio, plomo, venenos orgánicos; medicamentos (sulfamidas, isoniacida, nitrofurantoína); endocrinasmetabólicas (acromegalia); deficitarias (mala absorción intestinal, alcoholismo, anemia, embarazo mal controlado); inmunoalérgicas (artritis reumatoidea, lupus heritematoso, esclerodermia); vasculares (arterosclerosis); hereditarias (síndromes extraños), y polineropatías progresivas crónicas, expone el médico cubano y acupunturista Carlos de la Paz.
Los especialistas afirman que cuando se trata de una neuralgia que se produce por herpes puede ser muy frecuente en hombres mayores de 60 años; si es diabetes, afecta a varones y mujeres por igual. Lo mismo ocurre cuando trata de cáncer, y en personas jóvenes se relaciona con traumatismos. Para poder diagnosticar esta enfermedad se necesita practicar un examen físico detallado y revisar la historia clínica completa del paciente.
La mejor recomendación en caso de padecer dolor neuropático es no automedicarse sino consultar de inmediato con el médico.
Dolor en la cara
Dentro de todos los malestares neuropáticos existe uno considerado como el peor: la neuralgia del trigémino (dolor agudo en la cara). El médico griego Hipócrates, reconocido como el padre de la Medicina, fue el primero que habló de esta neuralgia pero la denominó ?tortura faciales?. En la actualidad, se reconoce como tic doloroso, dolor del suicida y neuralgia.
Afecta principalmente regiones del rostro, pues el trigémino es el tronco nervioso más grueso de todos los pares craneales y también un nervio mixto que tiene funciones sensitivas, motoras, secretoras y sensoriales. En la neuralgia esencial del trigémino o tic doloroso no se reconocen causas que justifiquen el dolor. Por eso, ante cualquier dolor intenso en el área facial se debe pensar en esta enfermedad, antes que en cualquier otra.
El diagnóstico de esta afección depende de una exhaustiva historia clínica. El dolor generalmente se caracteriza porque se siente como una descarga eléctrica, latigazos o pinchazos de aguja, con gran intensidad, de corta duración (unos segundos nada más) y recurrentes. Estos pueden desencadenarse espontáneamente, en cualquier momento, pero casi siempre se presentan como resultado de una actividad motora, al comer, lavarse la cara, hablar, afeitarse o cepillarse los dientes. Incluso, el roce ligero con el aire puede provocar la crisis. Se presentan con más frecuencia de día.
Tratamiento
Dávila explica que de los medicamentos se utilizan para disminuir la exitabilidad de los nervios, el mejor es la oxcarbazepina; es más moderno y actúa en varios niveles, no sólo el periférico sino en la médula y el cerebro. No cura la neuropatía, pero alivia los síntomas, en especial el dolor.
Carlos de la Paz enfatiza que hay que tratar los síntomas de acuerdo con la causa. En algunos casos los pacientes requieren dieta, analgésicos, reposo o vitaminas. Asimismo, sostiene que hay una gran ventaja al tratarlos con acupuntura: se puede hacer un buen diagnóstico y ha dado buenos resultados.
