Hay quienes defienden la teoría que éste surge porque hay interés de convivir con la pareja para establecer un romance.
Sin embargo, otros piensan lo contrario; lleva implícita unas dosis de anhelo sexual que no necesariamente tendría que acabar en un lazo sentimental. Por lo tanto, para unos es sinónimo de amor y para otros, simple satisfacción carnal.
Pero, ¿qué dicen los expertos? El amor es un sentimiento que implica convivir con la persona amada, anhelar lo bueno para ella, compartir sus triunfos, tristezas, alegrías, y que se sientan queridas, entre otras muchas cosas.
Mientras que el sexo, igual que la alimentación y el abrigo, forma parte de las necesidades básicas de supervivencia. ?Es fundamental para la procreación, haya deseo o no?, dice César Augusto Cottom, psicólogo clínico y terapista sexual.
El deseo sexual desaparece una vez haya sido satisfecho, mientras que el amor no. En resumen, no es ni de aquí ni de allá; el deseo queda en medio: ni es amor ni es sexo, pero sí puede convivir con ambos.
Sin mitos
Acerca del tema han surgido muchos mitos. Estos son algunos:
? Es una función instintiva.
El sexo sí, pero el deseo sexual no. El primero es una función natural del ser humano, mientras que el segundo implica reflexión, voluntad, convicción y sentimientos, refiere el experto. Si fuera fisiológico, todos lo experimentarían de la misma manera y no es así, es una cuestión personal en la que intervienen varios factores, uno de ellos, la madurez. ?El hecho de saber si el deseo hacia alguien llegará a lo sexual dependerá del tipo de relación que se establezca y lo que ambos busquen. De ahí la necesidad de una comunicación?, agrega Cottom.
?Siempre se encamina a relaciones sexuales.
No. Hay que tener claro que no siempre el deseo lleva al plano sexual. ?Hay quienes se atraen, se simpatizan, tienen cosas en común, lo cual nada tiene que ver con que vayan a tener sexo?, expresa Cottom.
?Va ligado al amor.
Tampoco. Hay quienes quieren estar con alguien por placer o atracción, o para cambiar de rutina, indica el sexólogo Óscar de la Mora. No obstante, en una relación sexual en la que hay amor, ambos se sienten mejor, apunta.
?Está en la mente.
Sí. Se ha pensado que es algo hormonal; sin embargo, si fuera así, en las mujeres disminuiría con la menopausia, pero ocurre lo contrario, aseguran los especialistas consultados. Una mujer siente más deseo sexual después de esta etapa, porque sabe que no concebirá, puntualizan. A su vez, De la Mora afirma que en los hombres se eleva la líbido, porque tienen más testosterona que las mujeres.
?En los hombres es más frecuente.
Mmmm… No hay que generalizar, dice De la Mora. Lo que sucede es que culturalmente se le ha enseñado al hombre que con cada mujer conquistada, su éxito o popularidad se incrementa. Pero no todos los hijos de Adonis son altamente eróticos o buscadores de aventuras, así como tampoco todas las mujeres, señala.
Los años pasan…
Pero no así el deseo. Cuando existe una relación amorosa de muchos años, éste no necesariamente desaparece. Posiblemente la pasión disminuirá porque al inicio ambos experimentan sensaciones nuevas y diferentes.
No obstante, conforme corre el tiempo, el deseo sexual sigue presente. Hay que enfatizar lo que dice De la Mora: el deseo no necesariamente implica amor, pero éste estimula el deseo. Por supuesto, existen algunos factores que lo hacen bajar, como la tensión y la monotonía o alguna enfermedad.
Al cine
El tema del deseo amoroso, pasional o sexual ha sido llevado a la pantalla gigante. Este es el caso de Elia Kazan, quien en 1951 plasmó la obra de Tennessee Williams Un tranvía llamado deseo, que narra la vida de Blanche, una mujer madura y anclada en el pasado, quien visita a su hermana Stella y a su marido en Nueva Orleans. Con su cuñado, un polaco rudo y violento, mantendrá una áspera relación que la llevará a la locura.
El español Luis Buñuel trató este tema en 1977, en Ese oscuro objeto del deseo. Es la historia de un hombre maduro, cioso y adinerado, quien se encuentra con una muchacha mucho más joven que él.
Pronto ella se siente atraída por él, a la vez que éste la desea. La mujer manifiesta mucha ternura, pero quiere conservar su virginidad hasta después del matrimonio. El hombre se obsesiona con poseerla, hasta llegar a la locura.
En 1987, Almodóvar dirigió La ley del Deseo y el año pasado, el también español Gerardo Vega, rodó Deseo, ambientada en el Madrid de mediados de la década de 1940, en un relato de amor pasional e imposible entre un nazi y una republicana.
Para entender el sentimiento
Los expertos aseguran que el deseo sexual comienza en la adolescencia y permanece a lo largo de la vida.
? Una forma de mantenerlo vivo es a través de actitudes y detalles, y hacer sentir a la pareja que es importante en su vida, dice De la Mora.
? El diálogo, la valorización de ambos, el respeto, la comunicación y los intereses comunes conllevan a la armonía. Cuando se llenan esos requisitos, todo marchará sobre ruedas, agrega Cottom.
? Una buena opción es identificar la razón por la que se quiere estar con alguien; con ello se podrá detectar hacia dónde llegará la relación.
? A mayores manifestaciones de afecto y emociones hacia la pareja, se incrementa el deseo sexual.