El término “las dos Guatemalas” que ha sido utilizado por políticos, académicos y estudiosos del país durante años para referirse a los problemas que enfrentan los guatemaltecos en las áreas urbana y rural no está lejos de la realidad cuando de economía se trata.
De acuerdo con los datos de la encuesta, seis de cada 10 encuestados respondió que el dinero apenas les alcanza para cubrir los gastos del hogar o no les alcanza para cubrir los gastos.
El resto, tres de cada 10, afirmó que con el dinero que recibe puede darse “pequeños gustos” o que vive “razonablemente bien”.
Diferencia abismal
Pero, pese a que los datos son negativos al medir todo el país, en la región metropolitana y áreas urbanas del interior, la situación parece no ser tan mala. De hecho, los indicadores muestran resultados positivos.
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En la primera, el índice es de +40 al sumar el 31% que respondió que vive bien más el 39% que afirmó que puede darse “pequeños gustos”, y restarle el 24% que dijo que el dinero apenas alcanza y el 6% al cual los recursos no les alcanza para cubrir los gastos del hogar.
En las áreas urbanas del interior el índice baja drásticamente 26 puntos hasta situarse en +14 producto de que solo 17% de los encuestados aseveró que vive bien.
Sin embargo, es en el área rural en donde se muestran los números más dramáticos en cuanto al bienestar económico de los pobladores, de los cuales apenas el 4% respondió que vivía bien y el 12% que puede darse “pequeños gustos”. Esto contrasta con el 24% que dijo que el dinero no le alcanza y la gran mayoría, el 59%, respondió que apenas les alcanza.
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Si bien es cierto, las encuestas suelen ser fotografías del momento, desde hace varios años que el área rural del país se ha visto golpeada por fenómenos climáticos. Recién en el 2018, gran parte del país sufrió los efectos de una canícula que se prologó por más de 60 días, la cual causó pérdidas a los pequeños agricultores no solo del Corredor Seco, área tradicionalmente afectada, sino también del sur y del occidente del país.
Por si fuera poco, los pronósticos para el 2019 son igual de desalentadores puesto que las autoridades climáticas también prevén escasez de lluvia.
Radiografía del país
El deterioro de las condiciones económicas de las familias en el área rural podría explicar el aumento sostenido de la migración desde en los últimos años y meses, regiones desde donde adultos y niños se han marchado a EE. UU. por las precarias condiciones de vida y la ausencia del estado.
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Aníbal Martínez, catedrático de economía internacional de la Universidad de San Carlos, coincidió en que la situación económica de Guatemala se ha deteriorado en los últimos cuatro años, y que el impacto ha sido más profundo en el interior, por lo cual, los datos de la encuesta son “una radiografía de la situación social y económica de lo que está sucediendo en el país”.
“Se agravó la situación de la informalidad laboral, los ingresos y se incrementaron los precios de los alimentos y en el área rural el impacto ha sido mucho más fuerte”, expuso el analista.
Respecto a los fenómenos climáticos, Martínez afirmó que los efectos de estos han sido más severos porque las autoridades no cuentan con programas ni políticas para atender a los sectores afectados de la población y “medio se atienden” cuando los fenómenos suceden.
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Cifras
Para el catedrático universitario el empeoramiento de las condiciones económicas de los guatemaltecos va de la mano con indicadores de instituciones oficiales.
En sentido, por ejemplo, estadísticas del Banco de Guatemala (Banguat) detallan una reducción de la inversión extranjera directa que pasó de US$1 mil 388 millones en el 2014 a US$1 mil 31 millones el año pasado, una disminución de US$357 millones.
Martínez consideró que el “clima hostil” que ha propiciado el gobierno de Jimmy Morales para el desempeño de la economía ha repercutido en la confianza de los inversores.
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“No respetar el estado de derecho, la inestabilidad política, la poca capacidad en gestión pública y el debilitamiento de la gobernabilidad son fenómenos tuvieron un impacto directo en la economía”, subrayó.
Además, la inversión neta del gobierno en proyectos como carreteras, hospitales y centros de salud también cayó desde el 2014 al 2019 y pasó de Q7 mil 882 millones a Q6 mil 794 millones, Q1 mil 88 millones menos, lo cual también explica el difícil acceso a servicios públicos de la población que termina impactando en su bienestar económico.
Las cifras de inflación también reflejan un deterioro del poder adquisitivo de los guatemaltecos, durante los últimos tres años. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística (INE) durante el 2015 la tasa de inflación se mantuvo entre 2.31% y 2.46%. En contraparte, durante el 2018, la tasa fluctuó entre 3.75% y 4.71%.
Para febrero del 2019 la tasa de inflación cerró en 4.28%.
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