Esta es la última entrega respecto de la interesante y humana ?Declaración de Berlín?, que fuera firmada el 6 de julio de 2000, dentro del marco de la Conferencia Global sobre el futuro urbano, donde ciudadanos representantes de 1,000 ciudades, así como los gobiernos y las organizaciones de la sociedad civil de más de 100 países de todas las regiones del mundo, destacaron realidades y tendencias del ser humano, su destino en la tierra, la relación de las ciudades y con otro tipo de instituciones en la que nos dice que:
? El sector privado local, nacional e internacional debería aportar y sostener instrumentos financieros e inversiones de manera de promover el desarrollo urbano sustentable.
? Los gobiernos nacionales deberían dar una alta prioridad a sus políticas de desarrollo urbano en el marco de referencia de las políticas nacionales y regionales.
? Los gobiernos nacionales y regionales deberían asegurar que sus ciudades tengan suficiente poder y recursos para llevar a cabo sus funciones y responsabilidades.
? El Banco Mundial, el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas, el Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos y otras agencias internacionales y los donadores bilaterales deberían intensificar su cooperación con las ciudades, los organismos no gubernamentales y las organizaciones de la sociedad civil en los campos de la vivienda, el desarrollo urbano y el combate a la pobreza.
Finalmente y para concluir con una nota optimista, ya que aún no todo está perdido, establecen que se está entrando al milenio urbano y las ciudades, motores de siempre del crecimiento económico e incubadoras de la civilización, hoy están acosadas por tremendos desafíos, millones de hombres, mujeres y niños enfrentan una lucha diaria para sobrevivir.
¿Podemos nosotros cambiar eso?, ¿Podemos darle a nuestra gente la esperanza de un futuro más brillante?
Nosotros creemos que si volvemos a trabajar con las fuerzas positivas de la educación y el desarrollo sustentable, la globalización y la información tecnológica, la democracia y el buen gobierno, la extensión a las mujeres y la sociedad civil, habremos realmente de construir ciudades de belleza, de economía, de ambiente y de justicia social. Es por ello que es importante que seamos útiles, propositivos, eficientes y honestos con la sociedad a la cual pertenecemos y a la que sin duda, nos debemos.
