Königs explica cómo la oficina del magistrado de conciencia, dirigida por Sergio Morales, relevará a la Misión de la ONU, que está en el país desde hace casi un década. Ese cambio podría ocurrir hasta en 2004
Tom Königs, jefe de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas para Guatemala, Minugua, considera que la Procuraduría de Derechos Humanos, PDH, necesita ser fortalecida. En particular, porque la oficina del magistrado de conciencia será la encargada de verificar los derechos individuales cuando Minugua abandone el país.
La tarea para que la PDH asuma las funciones de Minugua no será fácil, pues incluso el Secretario General de la ONU, Kofi Annan, considera que no existen garantías para que las instituciones nacionales tengan fuerza para cumplir ese rol.
Según Königs, ?Guatemala tendrá que irse acostumbrando a olvidarse de una misión internacional que sea ?la conciencia del Estado?, y tendrá que velar por sí misma por el cumplimiento de los derechos humanos y de la lucha contra la discriminación.
La siguiente entrevista sintetiza una conversación del diplomático alemán con Prensa Libre.
El mandato de Minugua debería terminar en un mes. ¿Por qué razón el Secretario General pidió una prórroga hasta finales de 2003?
Porque las instituciones de la sociedad civil y del Gobierno todavía no tienen la fuerza institucional ni ideológica para desempeñar el rol de Minugua.
Por ejemplo, la PDH sigue bajo fuertes presiones y con presupuesto reducido. Por eso hablamos con el presidente del Congreso, Efraín Ríos Montt, para pedirle más fondos para esa institución, la cual tiene que asumir las funciones nuestras.
Entonces, ¿la PDH es débil por falta de recursos y porque adolece de fuerza política?
Apoyamos al Procurador, Sergio Morales, para que también sea escuchado. Los políticos, en general, oyen la voz de Naciones Unidas, pero igualmente deberían escuchar la del Procurador, porque muchas veces son las mismas denuncias.
¿Qué va a hacer Minugua para fortalecer la PDH y avanzar en la transición, para que ésta se haga cargo de la verificación de los derechos humanos?
Estamos verificando juntos y cooperamos en casi todos los conflictos. Además, coordinamos metodología y compartimos archivos.
La transición no incluye sólo a la PDH, pues el segundo mandato de nuestra misión es velar por el fortalecimiento de las organizaciones indígenas.
En ese punto, ¿qué le toca hacer a Minugua?
La discriminación es fuerte, falta organización y representatividad en el Estado. Nosotros no vamos a organizar políticamente a los indígenas, sino ellos lo tienen que hacer. Los podemos ayudar técnicamente, con buenos oficios -como trámites frente a autoridades- y recibir denuncias de violaciones a sus derechos como ciudadanos.
Como esta ayuda ya no será por medio de una oficina específica, debido a que Minugua reducirá paulatinamente el despliegue en el país, ¿cuál será el procedimiento?
Por medio de asesorías y buenos oficios, para que cada cual pueda reivindicar sus derechos y se haga justicia. Son asesorías, porque no somos actores, sino una ayuda.
Lo mejor sería que a finales de 2004 nos digan que sólo falta la fiesta, pero sabemos que la implementación de los acuerdos de paz, en especial de derechos indígenas, es de largo alcance.
Cuando Minugua se retire, ¿qué tipo de entidad debería organizar la ONU en Guatemala?
Sería bueno que el Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas abra una oficina, como las que existen en otros países.
Aunque la misma podría impulsar legislación en materia de derechos humanos, no va a tener la fuerza de Minugua y su verificación en campo. Eso lo tiene que hacer la PDH, y la sociedad la debe ayudar.
