Guatemala

Carpintero de sueños

Florentín Gudiel ha colaborado en la construcción de escuela y viviendas

Florentín Gudiel es un carpintero que colabora en construir los sueños de su comunidad. Desde que retornó de México tras la firma de la paz, ha participado en proyectos de educación y salud para su aldea Cruce de la Esperanza.

Gracias a Florentín y a las personas que lo apoyan, esta pequeña comunidad en Santa Lucía Cotzumalguapa cuenta con una nueva escuela que beneficia a más de 200 niños.

Esta es producto del esfuerzo y la iniciativa de este hombre que en los años de la posguerra se ha dedicado a mejorar su entorno.

Aunque su labor se enfoca más en la educación, ésta no se queda ahí. Es carpintero de oficio, ha colaborado en la construcción de viviendas, es fundador de la escuela y miembro activo en el Comité de Prevención de Minusvalía Escolar de este municipio en Escuintla.

?Me hice novia de un catequista, me casé con un soldado y ahora mi esposo es carpintero?, dice María Agripina Alvarez de Gudiel, cuando describe las múltiples actividades a las que se ha dedicado su marido.

Para Florentín, esto no es nada más que su deber. ?No hemos hecho cosas extraordinarias, sino lo que tenemos que hacer. Como cristianos siempre hacemos obras?, dice con humildad.

Este carácter sencillo, pero al mismo tiempo fuerte, es lo que lo ha traído hasta aquí. ?Es una persona muy colaboradora y nos anima a seguir adelante?, asegura Marliny Almazán de Estrada, quien fue directora de la escuela.

?Nos ha enseñado a ser trabajadores?, agrega su hija Beatriz Gudiel.

Vida difícil

A sus 72 años, Florentín acepta que ha tenido dificultad para adaptarse de nuevo a Guatemala.

Como víctima del conflicto armado, tuvo que salir del país con su familia hacia México en los años ?80.

En los ?50 formó parte del Ejército y luego fue catequista. En 1972 fue el primer maestro de la aldea y alfabetizó a 28 personas con ayuda de su hija.

A pesar de que sólo estudió hasta sexto grado de primaria, él ha sido autodidacta. ?Sabe bastante porque se ha comido libros?, asegura su esposa.

Después de la guerra regresó a la aldea, y le impactaron las condiciones de vida y la violación a los derechos humanos, lo cual lo ha llevado a tomar acciones concretas.

Demandan mejoras

Uno de los problemas que más preocupan a Florentín es la minusvalía escolar. ?El problema es la deserción de los alumnos porque tienen que llevar ingresos a su hogar?, relata.

Para él, haber construido la escuela no es suficiente para disminuir el alfabetismo. ?Debemos implementar un programa de educación y salud integral que atienda a toda la población?, afirma.

Este proyecto ya lo plantearon a los ministros de Educación y Salud Pública, sin recibir respuesta. ?En marzo del 2001 el comité les entregó la propuesta, pero nada?, indican.

Ahora espera tener alguna respuesta porque tiene fe en que con este proyecto pueden mejorar la condiciones de las escuelas en Santa Lucía Cotzumalguapa.

Florentín Gudiel y su vida al servicio de la comunidad

Como educador, catequista y carpintero, Florentín Gudiel ha hecho cambios en la aldea Cruce de la Esperanza, por lo que fue designado Héroe Anónimo por las Naciones Unidas.

Nacio el 16 de octubre de 1930, en Jutiapa. A los 20 años emigró a la capital. Luego se trasladó a Santa Lucía Cotzumalguapa, Escuintla. Era catequista cuando conoció a María Agripina Alvarez, su esposa, con quien procreó seis hijos.

En los ?80 dejó su casa en medio del conflicto armado, y buscó refugio en México. Regresó al país luego de la firma de la paz, y desde entonces trabaja para mejorar las condiciones de vida de sus vecinos.

Fundador de escuela

En 1999, Florentín y otros vecinos de su aldea fundaron la escuela de autogestión República de México, con ayuda de Pronade. Esta atiende a 243 niños y cada año recibe donaciones de la Embajada de México, para material y equipo.

Quiere un campo de ?fut?

Además de ayudar en proyectos, Florentín aboga por los derechos de sus vecinos. Ahora gestiona un nuevo campo de fútbol, alejado de la orilla de la carretera.

Demandan atención

En el 2001, los vecinos presentaron una propuesta a los ministros de Salud y Educación, pero aún no han recibido respuesta.

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