Vida

¡Qué ignorancia!

Música: Aduana guatemalteca retiene instrumentos de Joaquín Orellana

Ha pasado más de un mes desde que Joaquín Orellana regresó de España y aún no ha podido recuperar sus útiles sonoros que se encuentran retenidos en la aduana.

Por un mal procedimiento a la hora de exportar los singulares instrumentos musicales, a su vuelta a Guatemala le quieren cobrar los impuestos (Q5 mil) como si los hubiera comprado en el extranjero y los estuviera importando. ¡Qué ignorancia!

Estos le sirvieron para presentar su más reciente obra, ?La tumba del Gran Lengua?, en el Festival Internacional de Teatro de Cádiz, en representación de Guatemala.

Lo peor es que, donde almacenan estas originales y artísticas piezas, corren el peligro de arruinarse o perderse entre otro montón de objetos que nada tienen que ver con el arte.

Este ha sido el trago amargo que el maestro Orellana ha tenido que sorber gota a gota desde su regreso.

Las reacciones en España

Como era de esperarse, la cantata escénica ?La tumba del Gran Lengua? se sometió en el país europeo, no sólo a la crítica local, sino a la de profesionales especializados provenientes de Estados Unidos.

Orellana ya había asistido a ese mismo festival con La Profecía, de Manuel Corleto.

?Hubo reacciones encontradas?, dice Orellana, ?algunos se fueron muy impactados, pero para otros hubo cosas que pasaron inadvertidas?.

En su opinión les impactó el misticismo de la obra, el exotismo, pero también hubo cuestionamientos.

En un foro al que asistieron sólo críticos y periodistas, hubo cuestionamientos desde el punto de vista técnico, como por ejemplo el uso del video que algunos consideraron que no era necesario, ?que resultaba reiterante porque la obra a nivel estratégico respondía a todo?.

Otro de los cuestionamientos fue que el personaje del extranjero, al decir que era ?un híbrido? quebraba el hecho dramático, pero Orellana sostiene que este rompimiento era necesario.

Una nota del Diario de Cádiz decía de La tumba del Gran Lengua: ?Es como si las frases y músicas hiciesen causa común para provocar sensaciones que incitan a una reflexión sobre las aflicciones del ser humano. Un espectáculo, en suma, lleno de belleza, mensaje e imágenes que cautiva e invita a pensar?.

A este festival viajaron 23 personas e hicieron dos presentaciones el 20 y 21 de octubre. Tienen planificado hacer una temporada didáctica en abril del próximo año, siempre con la actuación del francés Jean Yves Peñafiel.

Claro, siempre y cuando la SAT y las Aduanas superen su pobreza de criterio, su falta de conocimiento sobre el arte guatemalteco actual y devuelvan los útiles sonoros de Orellana.

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