“De la misma manera que los nazis trataron de destruir la civilización y reemplazarla con una raza superior’ a la vez que destruían al pueblo judío, Irán trata de tomar el control de la región y expandirse con la meta declarada de destruir el estado judío”, dijo Netanyahu.
Israel considera una amenaza a su propia existencia que Irán obtenga armas nucleares, señalando que Teherán apoya a los enemigos más enconados de Israel, como Jezbolá en Líbano y los grupos palestinos Hamás y la Yihad Islámica.
“En vez de exigir a Irán que desmantele su capacidad nuclear y condicione el levantamiento de las sanciones al fin de sus agresiones, las potencias mundiales se están retirando, dejando a Irán con capacidades nucleares e incluso le permiten que la amplíe más adelante sin tener en cuenta sus acciones en el Oriente Medio y el mundo”, dijo Netanyahu.
Netanyahu ha sido uno de los críticos más francos del acuerdo tentativo entre las potencias mundiales con Irán para limitar su programa nuclear a cambio de reduje las sanciones económicas. Teherán y las potencias llegaron a un acuerdo marco a principios de este mes y se espera que el acuerdo definitivo esté listo para el 30 de junio.
La Alemania nazi y sus colaboradores exterminaron 6 millones de judíos en el Holocausto, lo que significó una tercera parte de los judíos en todo el mundo. Hoy quedan menos de 200 mil sobrevivientes en Israel, país que se creó apenas tres años después del fin de la Segunda Guerra Mundial.
-Recuerdo anual-
La ceremonia anual es uno de los días más solemnes del calendario israelí. Los restaurantes, cafés y centros de entretenimiento cierran y los programas de radio y televisión se dedican casi exclusivamente a documentales sobre el Holocausto, entrevistas con sobrevivientes y música lúgubre.
Este jueves por la mañana ese país se paralizará durante dos minutos mientras suenan las sirenas.
Peatones y vehículos se detienen, y los pasajeros se ponen de pie con la cabeza gacha.
En la ceremonia principal este miércoles por la noche en el museo Yad Vashem, donde habló Netanyahu, participaron seis sobrevivientes que encendieron tres antorchas para conmemorar a los 6 millones de muertos.
Una de esas personas era Shela Altaraz, la menor de cuatro hijos de Macedonia cuya familia pereció en el Holocausto.
Durante la guerra, encontró santuario brevemente en una aldea musulmana antes de caer enferma de tifus y la llevaron a un hospital. Después fue enviada a un campo de concentración, donde era una única niña.
“Estoy furiosa con el mundo por no entender y negar lo que sucedió, y estoy furiosa conmigo misma por estar viva cuando tantos otros murieron”, le dijo a The Associated Press.
“Todavía vivo esos días como si fuera hoy, pero estoy orgullosa de vivir en un país donde ya no nos pueden perseguir más”.