“Tengo vergüenza del dolor que le causé a mi hija (que no estaba al tanto), a mi familia, a mis amigos, a mis colegas y al mundo educativo”, dijo la actriz en una declaración transmitida a la AFP.
“Quiero disculparme con ellos, y, muy particularmente, con los estudiantes que trabajan duro todos los días para entrar a la universidad, y con sus padres, que hacen inmensos sacrificios para apoyarlos, con honestidad”, agregó la estrella. Finalmente declaró que aceptaba su culpabilidad y la responsabilidad de su acciones.
Acorde a un comunicado del departamento de Justicia del estado de Massachusetts, Huffman, quien es conocida por su papel en la serie Desperate Housewives, aceptó haber pagado 15.000 dólares para conseguir que su hija mayor obtuviera mejores notas en el examen de admisión a la universidad. Los fiscales consideran que esta es la mayor estafa de admisión universitaria descubierta en la historia de Estados Unidos.
Mientras que la justicia no atribuyó responsabilidad de lo sucedido al esposo de Huffman, el actor William H. Macy, estrella del show Shameless, ahora la actriz encara una pena máxima de 20 años de cárcel por el delito de transferencia fraudulenta de fondos.
La también famosa actriz Lori Loughlin, conocida por su papel en la serie Full House también fue acusada en este caso, pero no se sumó a quienes se declararon culpables este lunes. Las dos actrices eran las más conocidas de un grupo de 50 personas imputadas por un fraude para ayudar a sus hijos a entrar en universidades de élite en Estados Unidos.
Otros de los padres implicados eran directores ejecutivos de empresas o socios en importantes gabinetes de abogados. El líder de la trama fraudulenta, William Rick Singer, acordó declararse culpable de cargos de fraude y coopera con las autoridades.
Según las autoridades, Singer cobró unos 25 millones de dólares para garantizar las admisiones a las universidades mediante trampas en los exámenes o sobornos a entrenadores para reclutar estudiantes sin habilidades deportivas.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos descubrió en marzo la red de sobornos millonarios que implica a medio centenar de personas, incluida una treintena de familiares, junto a responsables de las universidades, supervisores de exámenes y entrenadores.