Sinclair-Jones, quien es ingeniero mecánico, decidió que una tortuga fuera rápida. El creativo adaptó un par de ruedas a una vieja tortuga de 100 años, que había sido mordida por una rata en sus patas delanteras.
Esto ocasionó que la tortuga tuviera problemas al caminar y quedó limitada su movilidad.
El caparazón de la Señora T (nombre de la tortuga) fue adaptado con un metal en la parte superior y otro en la parte inferior. En los extremos, le fueron colocadas dos ruedas que le brindaron movilidad.
Esta llamativa historia se virilizó en los últimos días convirtiendo a la Señora T en una “tortuga veloz”, aseguró al Daily Mail el creador del aparato.