El Nobel colombiano firmó ese ejemplar con la siguiente dedicatoria: “Para Álvaro Castillo, el librovejero, como ayer y como siempre. Su amigo, Gabriel”, informa Europa Press.
“El ejemplar robado es invaluable y no puede salir a la venta”, expresó Castillo. El librero, que prestó varios de sus libros para el homenaje, presentó la denuncia ante las autoridades.
Entre los homenajes que le rinden al escritor colombiano, al margen de conferencias y foros, figura la reproducción de una gallera, lugar para la crianza y pelea de gallos, en uno de los pabellones, un elemento muy presente en sus obras.
La Feria del Libro es clave para la venta de ejemplares en Colombia, donde la lectura es muy baja. Algunas editoriales estiman que el 60 por ciento de sus facturaciones se realiza en las dos semanas que dura el encuentro.