Al final de su primera temporada como entrenador del Barcelona (2008-2012) a Guardiola se le ocurrió otorgar al argentino la posibilidad de barrer todo el frente de ataque, a pesar de sus atípicas condiciones físicas (1,70 metros y 72 kg) para jugar de ariete.
La Pulga multiplicó sus estadísticas, especialmente los goles, y se convirtió en el indiscutible mejor jugador del mundo, logrando el Balón de Oro cuatro veces de forma consecutiva (2009-2012).
Después de una temporada por debajo de su rendimiento habitual (2013-2014), este curso Messi renació regresando a su puesto original, el ala derecha, dejando al uruguayo Luis Suárez el de delantero centro.
A pesar de su teórica posición de extremo, Messi es la gran referencia del juego azulgrana, moviéndose con total libertad e incluso descendiendo al centro del campo para organizar el ataque azulgrana.
Para resumir, Messi ha pasado de falso 9 a falso extremo, o lo que es lo mismo; ocupar un teórico lugar en el dibujo táctico para luego dar rienda suelta a su talento como jugador total, con el beneplácito de su técnico Luis Enrique Martínez.
De la Messi-dependencia al MSN
Como reveló el propio Luis Suárez, fue Messi el que le sugirió que ocupara el puesto de delantero centro, durante casi cinco años su intocable territorio.
Antes, el argentino había visto cómo algunos de los mejores 9 del mundo tenían problemas para adaptarse. Tanto Zlatan Ibrahimovic (2009-2010) como David Villa (2010-2013) sufrieron para ceder su lugar natural.
En cambio, Suárez mostró una total disposición a la ‘Pulga’, que rápidamente encontró complicidad con el uruguayo.
“Entre ellos hay una química que nos da una gran variedad en nuestro juego de ataque”, confirmó Luis Enrique.
El tercer vértice del triángulo es el brasileño Neymar, que parte desde la banda izquierda, y que también muestra un gran entendimiento con Messi.
Las tres estrellas sudamericanas, bautizadas como el trío MSN (Messi-Suárez-Neymar), mantienen al Barsa con opciones en las tres competiciones (Liga, Copa y Champions) y han alcanzado los 108 goles en conjunto.
¿Goleador o asistente?
En Liga de Campeones, Messi conoce una racha extraña. No ha marcado en sus últimos cuatro partidos, ni en octavos contra el Mánchester City (2-1, 1-0) ni en cuartos ante el París SG (3-1, 2-0).
Es cierto que en la máxima competición continental el argentino no ha estado acertado; fallando un penal en Mánchester y errando varias ocasiones claras en el Camp Nou ante el propio City.
Messi, de 27 años, parece que puede enfocar su futuro como un gran pasador, participando más en la creación que centrándose en la definición.
Aunque sus estadísticas siguen dibujando a un jugador único. Esta temporada ha alcanzado los 51 goles y las 26 asistencias en todas las competiciones.
El Bayern deberá encontrar la manera de parar a un Messi con gran motivación después de un curso 2013-2014 sin ningún gran trofeo.
Además, en el banquillo visitante estará Guardiola, el hombre que imaginó al jugador total.