El hecho ocurrió en un afluente poco transitado del río Paraná, a la altura de la ciudad de Victoria, 370 km al noroeste de Buenos Aires.
La barcaza transportaba animales que quedaron atrapados y cuyos cuerpos salieron a flote luego de la explosión y el hundimiento de la embarcación.
La barcaza se había dado vuelta el domingo recién pasado, aparentemente por un golpe con un tronco.
El hombre se ahogó pero uno de sus hijos pudo nadar hasta la costa, a unos 10 minutos de lancha del lugar del siniestro.
Al día siguiente, sin pedir ayuda a la Prefectura, los dos hijos y otras seis personas fueron a rescatar el cuerpo en dos embarcaciones, según el fiscal.
En la explosión, probablemente producida por un derrame de combustible, otras tres personas resultaron heridas leves y ya fueron dadas de alta.
“Hemos tenido accidentes muy fuertes pero una explosión así nunca conocimos”, dijo Guaita al canal TN.