Las instantáneas recogen momentos privados y públicos de la vida de la artista plástica, tanto en el ambiente familiar, como en la convivencia con los amigos.
Las mismas evocan momentos de amor, dolor, implicación política, creatividad y búsqueda por una paz interior que Kahlo procuraba.
El proceso creativo de la pintora también forma parte de la muestra, procedente del acervo de familiares de la artista, así como del mundo de la fotografía y de amigos.
Ejemplo de ellos es la instantánea tomada por Nickolas Muray, fotógrafo estadounidense con quien mantuvo una relación de casi 10 años, en la que captura a la célebre artista mexicana pintando Las Dos Fridas (1983), preludio de la separación de ella y el muralista mexicano Diego Rivera.
“Esta pintura marca el divorcio que se aproxima entre Frida y Diego. Muestra, de un lado, la Frida que Diego ama (en traje mexicano) y, por otro, Frida, con el corazón partido en traje europeo, que Frida utilizaba antes de conocer a Diego”, dijo la comisaria Sauer.
La exposición, que ya se exhibió en México e Italia, incluye un espectáculo audiovisual que remite al estilo contemporáneo de la artista, así como un desfile de moda, inspirado en el excéntrico y celebrado estilo de Khalo.