Por ello, el Gobierno va a vetar “algunos equipos hechos para el campo de batalla que no son apropiados para los cuerpos de Policía local”, dijo el presidente, que reconoció que la parafernalia militar utilizada en ocasiones por los agentes puede “intimidar a los residentes” y “enviar el mensaje equivocado”.
Según detalló la Casa Blanca, el Ejecutivo prohibirá la adquisición con fondos federales de toda una lista de equipamiento que incluye carros blindados de combate, armas de gran calibre, lanzagranadas o bayonetas.
Además, otros equipos como ciertos vehículos blindados, material antidisturbios y algunas armas y municiones sólo podrán suministrarse bajo unos criterios más estrictos que los actuales.
Entre otras cosas, el uso de este tipo de materiales deberá contar con el visto bueno de los alcaldes o municipios, una clara explicación de por qué es necesario y los agentes deberán haber sido entrenados en su uso.
Entre otros, el fiscal general de EE.UU., Eric Holder, se había expresado ya hace meses a favor de revisar el uso de equipos de estilo militar por parte de la Policía, considerados por muchos como excesivos ante manifestaciones en su mayoría pacíficas.
Llega a área peligrosa
Obama hizo el anuncio desde de Camden (Nueva Jersey) , considerada durante años una de las localidades más peligrosas del país, pero a la que la Casa Blanca ve hoy un ejemplo de cómo combatir la violencia y mejorar las relaciones entre la Policía y las comunidades con menos recursos.
El presidente alabó la forma en que el cuerpo local se ha reformado y ha logrado que los agentes interactúen de una forma diferente y más cercana con la población de la ciudad.
Camden, donde en los últimos dos años el número de homicidios se redujo un 40 %, es además una de las 21 comunidades que participan en un programa piloto que utiliza las nuevas tecnologías y la recogida de datos para aumentar la transparencia sobre el trabajo policial.
“Si funciona aquí, puede funcionar en cualquier lugar”, expluso Obama en su visita a este suburbio de Filadelfia, que pese a tener sólo 77 mil habitantes en 2012 registró un récord de 67 homicidios.
Las medidas dadas a conocer hoy se derivan en parte de recomendaciones de un grupo de trabajo creado el pasado diciembre para tratar de mejorar la labor de la Policía, entre las que también figuran otros planes como aumentar el uso de cámaras en los agentes.
El debate sobre la violencia policial se disparó el pasado año tras la muerte a manos de un agente del joven afroamericano Michael Brown, que desencadenó importantes disturbios en Ferguson.
El anuncio hecho hoy llega además poco después de las recientes protestas en Baltimore como consecuencia del fallecimiento de otro joven negro bajo custodia policial, un caso por el que seis agentes han sido imputados.
Obama destacó en su discurso que para que no se repitan episodios de este tipo es esencial aumentar las oportunidades para todos los ciudadanos y combatir las desigualdades.
“No podemos pedir a la Policía que contenga y controle problemas que el resto de nosotros no estamos dispuestos a afrontar”, expresó el gobernante, que consideró que la sociedad en su conjunto necesita “responder de forma honesta a los asuntos raciales” y evitar que existan comunidades “aisladas y segregadas”.