Rafinha, según el Bild, se encargó de apartar a Boateng, mientras que Lahm y Benatia procuraron tranquilizar al polaco.
Tras el incidente, el entrenador Pep Guardiola abrazó a Lewandowski, le susurró algo al oído y envió luego a los dos jugadores a las duchas.
El primero en marcharse fue Boateng, seguido por Lewandowski a diez metros de distancia.
El Bayern cierra la temporada el sábado con un partido en casa contra el Maguncia y recibirá luego el trofeo de campeón
alemán de la temporada.
Los incidentes también fueron captados por las cámaras de video: