Guatemala

“El gobierno de Pérez Molina se desmorona”

La crisis aún no ha pasado para el gobierno del presidente Otto Pérez Molina, que afronta falta de legitimidad, debido a los escándalos de corrupción en el IGSS y Aduanas, que a su vez han acarreado las dimisiones de la vicepresidenta Roxana Baldetti, y esta semana, de tres ministros, señalaron expertos invitados al programa Diálogo Libre.

Los analistas Raquel Zelaya y Alejandro Pacheco —al centro— conversan con los periodistas Gustavo Montenegro y José Manuel Patzán, en el programa Diálogo Libre, sobre la crisis política que atraviesa el país.

Los analistas Raquel Zelaya y Alejandro Pacheco —al centro— conversan con los periodistas Gustavo Montenegro y José Manuel Patzán, en el programa Diálogo Libre, sobre la crisis política que atraviesa el país.

El vicepresidente, Alejandro Maldonado Aguirre está llamado a promover cambios, según expresaron Raquel Zelaya, directora de la Asociación de investigación y Estudios Sociales (Asíes), y Alejandro Pacheco, politólogo de la Universidad Rafael Landívar.

¿Cómo analizan la situación del gobierno de Otto Pérez?

Pacheco: El presidente no está tomando el pulso de que es lo que realmente está pasando. Es más complejo de lo que él cree; su gobierno se está desmoronando, estamos viendo un punto de inflexión en donde hay una autoridad sin legitimidad, lo cual es bastante peligroso para la gobernabilidad del país. Debemos estar atentos a los acontecimientos que puedan venir.

¿Habrá cambios sustantivos con la salida de ministros y la llegada de otros?

Zelaya: Después de un ministro que estuvo tres años en el Gobierno no es fácil imaginar los acomodos. La salida del ministro de Gobernación —Mauricio López Bonilla—, en aras del tema de seguridad que manejaba, de alguna manera podría haber proyectado una imagen de cierta confianza.

Esta es la época en que los ministros se van porque buscan otros puestos de elección popular, pero ahora es diferente y sí se puede percibir que el presidente pierde a una persona de confianza.

¿Los últimos eventos complican el proceso electoral?

Zelaya: Evidentemente, es preocupante porque está alterando el tema electoral. Este proceso hay que seguirlo, ellos —Partido Patriota— también tienen que limpiar sus listas de diputados y alcaldes, no es posible que un Gudy Rivera sea reelecto en el Congreso.

Pacheco: A los partidos les está costando bastante llevar ese liderazgo político, pues la ciudadanía ahora espera propuestas con contenidos y personas con mejores capacidades.

¿Qué mensaje les dan las manifestaciones a los partidos que están en campaña?

Zelaya: Ahorita la bandera es la lucha contra la corrupción y prefieren no presentar ciertas caras en una plaza y hacerlas públicas: están en un receso estratégico. Es preocupante cómo en unos días cobró fuerza el tema del voto nulo debido a esta situación. Sin embargo, la gente ahora está más alerta. Ojalá los partidos políticos revisen sus listas de candidatos y saquen a figuras polémicas.

¿Puede estar en peligro la institucionalidad del país?

Zelaya: Eso va a depender de la conducción que el vicepresidente —Alejandro— Maldonado pueda darle. Él, constitucionalmente, es el coordinador de la administración pública, tendrá que promover cambios legislativos de orden administrativo, medidas emblemáticas y mandar la certeza de que él está comprometido con la lucha contra la corrupción.

Hay situaciones que sí le afectan a la institucionalidad. En concreto hablemos del Banco de Guatemala, que se dé una interpretación no adecuada a lo que pasa con su presidente —Julio Roberto— Suárez. ¿Quién va a querer integrar juntas de licitación o directivas? Porque la elección de Suárez fue consensuada y da mucha pena —su captura—, ya que ha tenido un recorrido tan nítido.

Con la imagen que tenemos de ser un país con prácticas de corrupción, con un presidente del banco central involucrado —fraude en el IGSS—, en el ámbito internacional no lo ven como miembro de la junta directiva del IGSS, sino más bien piensan que el banco central tiene problemas. Una baja en la calificación por percepciones puede ser grave.

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