En su discurso, Blatter dijo ser responsable de buscar la forma de arreglar las cosas, pero no de las acciones de mala conducta de algunos que corrompen el futbol, y evitó responder a los que desde hace tiempo y especialmente en las últimas horas han pedido que abandone la presidencia.
“Se que algunos me han considerado responsable. No podemos controlar a todo el mundo todo el tiempo”, añadió antes de mostrar su disposición y la de FIFA para colaborar con las autoridades en las investigaciones de la Fiscalía General de Estados Unidos, que llevaron a la detención de siete de sus directivos ayer en Zúrich.
Según sus palabras, los próximos meses no serán fáciles para FIFA, por las noticias que puedan producirse, pero es necesario empezar a restaurar la confianza en nuestra organización. “Hay mucho que hacer para garantizar que todo el mundo tiene una actitud correcta”, añadió.
Blatter, que mañana optará a iniciar su quinto mandato como presidente frente a un único rival, el príncipe jordano Ali bin Al-Hussein, que es vicepresidente de la FIFA desde hace cuatro años, invitó a los representantes de las 209 asociaciones que pertenecen a la federación a no perder el espíritu del futbol.
“Confío en que luchemos para ello y les pido que reflexionen”, indicó Blatter tras insistir en la necesidad de hacer cambios positivos y hablar de solidaridad y unidad en el futbol.